Treat You Better - NAMGI

05

Yoongi gruñó al oír un molesto sonido incesante interrumpir su sueño, quería dormir años en aquel lugar dónde una cálida presencia se aferraba su cintura y una pesada respiración en su oído lo arrullaba a dormir otra vez, pero no podía, no cuando ese sonido seguía ahí perturbando su descanso. Frunció su ceño y gruñó en queja ante el molesto sonido.

"Bebé tienes que ir a clases" oh, aquella gruesa voz exclamó suave en su oído e inconscientemente hizo que los vellos de su nuca se pusieran de puntas.

"No quiero" balbuceó cerrando fuertemente los ojos.

"Pues debes ir. Yo tengo que ir a la oficina en unos minutos" gruñó aún hablando directamente en la oreja del menor.

"No tengo ropa aquí, ni tampoco mis cosas" esa fue su excusa ganadora y se ganó unos besos del menor en su mejilla y oreja antes de que este se retirara de la cama y lo dejara ahí, el mayor apagó la molesta alarma y dejó la habitación con un dormido Yoongi en su cama.

Luego de alistarse ya con café listo para su primer día de muchos en aquella molesta oficina, Namjoon se dirigió a su habitación una vez más, Yoongi aún dormía.

"Bebé ya me voy" besó la mejilla del menor y corrió algunos cabellos rebeldes de su cara. "Puedes irte cuándo quieras o quedarte y almorzamos juntos" volvió a besarlo pero esta vez agregó un corto beso en los labios entreabiertos del pelirrubio quien asentía a todo sin abrir los ojos, al parecer si estaba muy cansado. Namjoon sonrió y lo dejó dormir.

El trabajo en la oficina era relativamente fácil, pero consumía demasiado de su tiempo y eso era lo que Namjoon más odiaba de aquello, no tendría tiempo para vivir dentro de aquellas paredes al igual que su padre.

A las once de la mañana recibió un mensaje de Yoongi dónde decía que iría a hablar con Jiung y que no comerían juntos, respondió un simple 'ok' y le deseó un buen día.

"¿Quién es la afortunada?" Park Minjae, Director de todos los hoteles que tenían en Corea y su nuevo amigo ingresó sonriente a su oficina luego de verlo sonreír a su teléfono.

"Yah ¿trajiste lo que te pedí?" ignoró el tema esperando por las indicaciones de Minjae quién aún traía aquella sonrisa molesta en sus labios.

Volver a casa fue el paraíso, pidió algo de comer y se dispuso a revisar unos cuantos papeles que su padre había pedido que viera y firmara. El sonido del timbre lo despertó de su siesta, se había quedado dormido en algún momento y ahora la luz de la luna brillaba a través de las ventanas, el cuerpo le dolía por haber dormido en aquel incómodo sofá así que gruñó molesto y se dirigió a la puerta.

"Hola" Yoongi le sonrió, llevaba una bolsa en las manos y una sonrisa tan bonita como siempre en los labios.

"Bonito" Namjoon lo dejó pasar y tomaron asiento en el sofá luego de que Yoongi sirviera comida de la bolsa que traía consigo.

"Hablé con Jiung en la mañana" dijo sorbiendo sus fideos y llenando sus mejillas.

Namjoon hizo un sonido que lo escuchaba y lo alentaba a seguir, no quería interrumpir al menor.

"Él lloró" Yoongi miró el plato de comida sobre sus piernas, aún sentía el nudo en su garganta pero se negaba a llorar.

Namjoon tomó su plato y el de Yoongi dejándolos sobre la mesa de café y tomó al menor en brazos atrayéndolo hacia su pecho, ahí fue cuándo Yoongi se atrevió a dejar ir las lágrimas que había estado sosteniendo durante todo el día, en los brazos cálidos y reconfortantes de Namjoon pudo dejar ir todo su pesar.

"Está bien llorar por esto Yoon" susurró acariciando los cabellos del menor quién lloraba en jadeos.

Namjoon notaba que Yoongi tenía mucho que sanar, su alma parecía inocente y podía ser herido con la más mínima acción, Yoongi era frágil aunque allá afuera sea rudo y no le tema a nada, cuándo estaban solos los dos el menor lloraba y se dejaba ser débil.