(S)us & Scrimblo | Mark x Cesar Stuff [The Mandela Catalogue]

✿┇Drabble

[🌷] Advertencia: Angst.

___________________________________________

Mark estaba todavía procesando lo que había pasado tan sólo. . . Tan sólo unas cuantas horas atrás. 

Era incapaz de reconciliar el sueño, las lágrimas bajan por sus mejillas rosadas, preguntándose que es lo que había hecho mal con César para que al final, lo terminará dejando.

Digo, ya era algo que se veía venir, cada vez más César había estado siendo más seco cuando le hablaba sobre las cosas que le interesaban, y cuando decía que se sentía mal, solamente llegaba a un "ow" y a un medio abrazo.
Los apodos cariñosos habían dejado de salir de los labios de César hace ya, ¿Hace ya cuánto? Unas semanas atrás, probablemente.

Mark había visto venir todo esto, pero solamente se negaba a hacerlo, simplemente se negaba a pensar que César lo dejaría.

Pero pasó.

César lo dejó.

Él no quería aceptarlo, cada vez que pensaba en lo que el azabache había dicho, su corazón se apretujaba de tan sólo recordarlo; quería pensar que sólo era un mal sueño, pero no, no lo era, era su triste realidad, una realidad a la cual Mark debía de aceptar eventualmente. Pero no quería hacerlo. O al menos, no darle la cara a esta realidad que ahora lo atormentaba por ahora.

Y entonces, el castaño recordó las palabras del mayor.

“Mark, tengo algo que decirte”

Sus piernas habían empezado a flaquear.

“Se que no es buen momento para decírtelo, pero no quiero ser un desgraciado por querer guardarme lo. Y lo he estado pensando desde hace un buen tiempo; pero ahora que lo pienso, creo que es mejor ser amigos, porque quiero seguir apoyándote y estar ahí para tí”

Se quedó mirando su rostro sin expresión alguna, solo para finalmente decir un simple:
“Esta bien”.

Y no, no estaba bien. Para nada bien.

Llevaba llorando tres, tres horas seguidas, escuchando música para calmarse, pero, nada, no daba resultado. Las canciones eran de un tono románticas o melancólicas, y cualquiera de las dos lo hacía querer llorar a cántaros aún más.

Todo le recordaba a César.

Y no, no podía dejarlo ir.

Aún en su cama, Mark movió la almohada que estaba anteriormente en su cabeza, solo para abrazarla. Se sentía más solo que nunca, no tenía a nadie cercano más que a César, sus padres estarían ausentes por unos días por problemas personales, y Sarah los había acompañado.

Entonces, fue ahí que decidió cerrar limpiarse las lágrimas que todavía amenazaban con salir y, por fin, después de tres largas horas de llorar, cerrar los ojos para intentar dormir.

Solo Dios sabe sí volvería a darle la cara a César después.

________________________________________

Perdón, ni siquiera está bien hecho, pero necesitaba desahogarme.