Lluvia, una dura y espesa lluvia que golpea de manera constante y uniforme contra el pavimento de la noche, era lo único que se lograba oír en la ciudad de Matsuyama.
El reloj ya marcaba las tres de la madrugada, a pesar de la tranquilidad que pudiesen llegar a transmitir las fuertes y pesadas precipitaciones de agua, descendientes desde unas grises y deprimentes nubes, la situación no podría encontrarse peor.En dirección a uno de los costados mas humildes de la ciudad, en medio un camino de tierra no muy transitado por los habitantes del sector debido a la gran cantidad de animales habitados por la zona se ubicaba un bosque.
El cual se encontraba rodeado por una salvaje cantidad de vegetación que se entrelazaba de una manera perfecta y uniforme creando así una vista esplendida sobre lo que es capaz la madre tierra, sin embargo esta tranquilidad fue totalmente interrumpida por un fuerte y seco golpe, que por consecuencia generó un reconocible eco metálico de fondo.Las aves se alejaban al unísono de la zona, mientras que el único vestigio de lo ocurrido en aquella lluviosa madrugada era la fuerte y ruidosa alarma de lo que parecía ser un automóvil de los años 2000, con evidentes manchas de oxido en múltiples partes de la carrocería que resaltaban especialmente con el color amarillo gastado que aun denotaba, en compañia de un fuerte olor a alcohol mezclado con combustible que era emanado de la cabina principal del automóvil.
Mismo que pareciese haber sido estampado contra un objeto desconocido, que a simple vista pareciese ser una especie de esfera cristalina de la cual emanaban salvajemente destellos de un color rosa platinado, los cuales giraban al compas de la lluvia, congelando así cada partícula que se acercase a menos de un metro cuadrado de esta estructura.Mientras pasaban los minutos la tormenta parecía comenzar a calmarse, poco a poco la lluvia iba cesando, hasta sólo quedar una leve llovizna que azotaba el barro del camino. A medida que se apasiguaba el sonido del agua callendo se lograba oir cada vez más fuerte un llanto, un desgarrador y triste llanto el cual parecia venir directamente de la extraña cúpula en medio del camino.
Un pequeño niño de cabellera rosa era el responsable del desgarrador llanto, el chico se encontraba de rodillas en el interior de la cúpula.
Parecía totalmente aterrado por la situación, sus finos rasgos se encontraban totalmente perturbados por una expresión de dolor mezclada con un evidente terror, aquel niño se encontraba golpeando fuertemente el suelo con ambos brazos, mismos que no eran normales, las dos extremidades estaban siendo consumidas poco a poco por una ramificación de hielo, el pequeño lo sabía, intentaba con todas sus fuerzas detener el doloroso y tetrico proceso que afectaba a sus brazos.-¡D-detente por favor, duele mucho, no quiero morir así!-
Exclamó entre tartamudeos el desesperado niño, no era capaz de detener lo que fuera que le estuviese pasando en ese momento. Solo podia recordar en partes lo que había sucedido unos minutos atrás, como escapó de casa buscando estar solo, luego de una discusión con su madre y como estuvo a centímetros de ser arrollado por un vehículo que venia velozmente en su dirección.
Luego todo era muy borroso, en lugar de haberse estampado contra el vehículo logro sentir un golpe seco muy cerca de él. Luego de abrir los ojos, exaltado, solo pudo ver que tenía ambos brazos extendidos hacia el frente mientras que de ambas palmas era expulsada una densa pero gélida energía de color rosa platinada, que a la vez se iba conectando a la estructura recién creada, alimentándola de energía, no tardó demasiado en entrar en pánico por la extraña situación, desestabilizando así la energía que emanaba su cuerpo, la cual comenzó a condenarse en sus manos congelandolas parcialmente, mientras más se alteraba más rápido se extendía el hielo, había logrado comprender eso a pesar del revoltijo de pensamientos que pasaban por su cabeza en ese momento.[M-muy bien Arashi, solo tienes que calmarte, ¡D-dios como duele! Solo debo de respirar, si esta cosa se expande cuando me altero deberia bastar con que me calme, si eso no funciona estaré acabado]
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La Tormenta Helada
Science FictionUn pequeño niño con unos fuertes ideales de justicia y heroísmo es bendecido por un extraño poder que le permitiría usar la cryokinesis, absorto y sin saber muy bien lo que ocurre se dedicará fervientemente a entrenar y volverse más fuerte para así...