I. El comienzo del fin

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Noviembre 2021

Las calles de la Ciudad de México lucían frías y tristes, hacían match perfecto con el estado de ánimo del menor de los integrantes de Morat, quien se encontraba deseoso de dormir todo el día y no de hacer promo en radio y televisión como había sucedido el último par de semanas. Acababa de terminar su relación con la que creyó por 5 años el amor de su vida y la vida parecía ir más lento estos días.

La noche anterior Laura y él habían tenido una conversación telefónica donde quedó claro que, aunque se amaran (y probablemente lo harían siempre), la relación ya estaba muy desgastada, la distancia, las inseguridades y la falta de buena comunicación acabaron con la relación más querida por las fans de Morat.

Martín estaba triste y cansado, pero también harto de la tusa, por lo que había decidido que esa noche después del concierto en la CDMX saldría de fiesta con el resto de Morat, los músicos y todo el crew. Tenía muchas ganas de bailar y de tomar un poco (un mucho realmente).

***

Algunas horas después, Martín se encontraba interpretando "Mi Suerte", la canción que le recordaba en cada verso a la colombiana de ojos verdes con la que había usado toda su suerte. Trataba de cantarla con la mejor actitud posible, porque sabía que era la favorita de muchas fans, en especial de un grupo de chicas que había notado hace un tiempo en Twitter, que se hacían llamar "martinistas". De hecho, había sido Laura la que le comentó que había un montón de chicas realmente obsesionadas con él, lo que le causaba gracia a su chica e incluso lo incitaba a seguirles la corriente y contestarles los mensajes. Laura era comprensiva y consciente con estos temas, así que nunca se puso celosa ni fue grosera con las fans de su novio, algo que Martín valoraba muchísimo.

El sumirse en sus pensamientos permitió a Martín terminar la canción sin mayor problema y justo al terminar de entonar las últimas palabras su mirada se posó en dos chicas que llevaban carteles alusivos a su canción y a "Simplemente Pasan", dirigidos a él y a Villamil respectivamente. Él les guiñó un ojo y sonrió, la realidad es que ese tipo de detalles eran sumamente apreciados por todos ellos.

Cuando el concierto se encontraba en sus últimos momentos y todos los presentes gritaban y saltaban al beat de "Cómo te atreves", Martín se sentía más animado, cuando había llegado el momento de armar la batería humana había interactuado un poco más con las fans cercanas al escenario y una vez más las dos chicas que había notado previamente captaron su atención. Habían estado cantando todo el rato, bailando, tomándose videos mutuamente y se veían genuinamente felices, ver eso era probablemente de las mejores cosas de su trabajo, ofrecer un show que pusiera así de alegre a la gente era reconfortante.

Al momento de despedirse, el Auditorio Nacional se llenó de gritos y voces vitoreando "Morat" sin parar, era momento de que Isaza, Villa, Simón y él le encontraran dueño a sus púas y baquetas, Martín sabía que le daría su baqueta a la chica del cartel de "Martín, mi suerte la usé en encontrarte a ti" y le diría a Villa que le diera la suya a la amiga de esta. Y así fue, la mirada de ambas fue de incredulidad y de una alegría desmesurada; cuando Martín había entregado su baqueta a la chica, sus manos se tocaron por unos segundos y un relámpago de electricidad invadió el cuerpo del menor de los Vargas, mientras que veía como ella se sonrojaba exageradamente. Martín, sin saberlo en ese momento, recordaría este día por mucho tiempo.

***

Los 4 integrantes de Morat se encontraban refrescándose en el backstage del auditorio Nacional, mientras que esperaban a que las salidas se despejaran un poco y así poder salir sin tanto ajetreo. Había sido un concierto espectacular, como siempre, México no decepcionaba.

-Deberíamos salir a tomar algo ¿no?- preguntó Martín, llamando la atención del resto, que se encontraban revisando sus teléfonos celulares

Isaza levantó una ceja y lo miró un poco incrédulo. -¿Usted quiere salir, de verdad?- la pregunta de Isa era predecible, considerando que aunque Martín fuera el más fiestero de los cuatro, desde la ruptura había evitado cualquier fiesta o noche de farra.

-Si si, esta noche ha sido una chimba, hay que celebrar weon

-Bueno, si usted insiste niño- le contestó Villa, alegre de que Martín se demostrara más animado esa noche

-Deje le pregunto a Nath si quiere ir y nos vamos- aportó Simón, mientras llamaba por teléfono a su novia, que se encontraba tomándose fotos con fans en el recinto.

-Hola, amor- se oyó desde el parlante del celular de Simón- ¿cómo van?

-Nath- contestó Martín alargando la "th" en el nombre de su cuñada- vámonos de fiesta

-Uy, y ese milagro que usted quiere salir

-Nada, nada, ya está volviendo el Marto de siempre- contestó Villa mientras compartía en Instagram algunas stories en que lo habían etiquetado fans unas horas antes

-Me parece excelente, y creo que tengo el lugar perfecto, por cierto, le llevo una pequeña sorpresa a Martín

-¿Qué es, qué es?- se entrometió Isaza

-No sea sapo Isa, a lo mejor hoy Bachi no duerme solo- lo molestó Villa

Nath solo comenzó a reír mientras las chicas enfrente suyo se ponían rojas.

-Bueno va, en unos minutos entró con ustedes y nos vamos, los amo

Nath colgó la llamada tan rápido que ni Simón se pudo despedir, ni Martín preguntar por la sorpresa que Nath tenía.

-Bueno muchachos, hoy toca farra tenaz, no todos los días Martín Vargas nos honra con su presencia

-Isaza, usted no se cansa de decir webadas ¿no? - le contestó Martín mientras veía algunas notificaciones en su celular. Una llamó su atención en particular, "@ameliasantamaria te ha etiquetado en una publicación", era ella, la chica a la que le dio su baqueta, a la que había guiñado el ojo. Había alrededor de 15 historias sobre el concierto y la mayoría lo enfocaban a él, es "martinista" como diría Laura, pensó. La curiosidad le ganó y comenzó a stalkear el perfil de Amelia, tratando de evitar que sus amigos lo notaran porque no dejarían de molestarlo. Amelia tenía fotos muy buenas, en distintos lugares del país e incluso fuera de este, le gustaba la moda y la playa y estudiaba la universidad. Martín estuvo a punto de darle "me gusta" a algunas fotos, pero se contuvo, sabía que las fans de Morat eran rápidas para enterarse de cualquier cosa.

Aunque Martín había sido precavido en sus minutos como Stalker, Villamil si había notado sus acciones y se preguntaba por qué estaba haciendo eso y más importante, quien era esa chica. Esas preguntas estaban a punto de ser contestadas cuando Nath entró al backstage y al lado suyo dos chicas que Villa reconocía como asistentes al concierto, una de ellas, la mujer que su amigo había estado curioseando unos minutos atrás. Villa volteó a ver a Martín, cuya cara no tenía precio, Martín Vargas se había puesto rojo. 

Odio que no te odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora