'No pensáis como la vida puede cambiarte de un momento a otro, como si el último suspiro fuera eterno.' Así me sentía yo.
-¡Jessica, estas ya.!- Contestó mi madre gritando impaciente porque ya iba a venir Nicole enseguida.
Estaba de los nervios, hoy iba a ser el gran día, por primera vez voy a ver a mi grupo favorito Rock Escape, desde hace tiempo hemos estado esperando este día. Indecisa mi madre me plancho mi vestido favorito por que sabe que este era mi sueño, todavía recuerdo ese regalo que me dio mi madre, las entradas para el concierto aunque no tengamos mucho dinero fue algo que yo siempre e esperado ese gran regalo, por eso quiere que valla muy bien formada con el vestido y las bailarinas que me regalo mi abuela. Mientras tanto de los nervios mi madre me metía prisa y encima que no encontraba nada, ni el maquillaje, ni el peine.
-¡Ya estas.!- Gritó otra vez mi madre.
Aunque fuera una friki adicta a los libros de amor y fanática de el grupo, era una persona normal con problemas como todo el mundo.
Recorriendo mi habitación para encontrar mi peine que parecía que se lo había tragado la tierra, busque por debajo de la cama y ay estaba, al lado de una caja de zapatos, me agache para cogerlo, estaba lleno de polvo, con una mano intente quitar toda la porquería, me senté para peinarme y veía por el espejo mi parte friki de mi pelo rosa con muchísimos nudos.
-Va a venir tu amiga ya y todavía no estas lista..- Me contesto mi madre un poco alterada entrando de repente en mi habitación, creo que no me di ni cuenta por estar en mi mundo.
-Ya casi estoy lista,- la respondí nerviosa e impaciente. Intentando peinarme, me quito el peine y empezó a peinarme por que veía que estaba en otra parte.-¿ Estas nerviosa.? - Me pregunto mientas me quitaba los nudos.
- Si, un poco.- La dije sin mas pero pensaba una y otra vez que no llevaría en el bolso algo que me pidió mi madre que guardase, el spray de pimienta, aunque sea muy protectora pensaba que me iba a pasar algo. No salgo mucho de casa, siempre estoy estudiando y leyendo mis libros preferidos.- Mamá... voy a vestirme ¿puedes irte?,- la pregunte por que empezaba a hablar sin parar de las cosas que no tenían mucho sentido.
-Si claro, pero date prisa,- nerviosa me respondió. Me levante de la silla para vestirme, ya arreglada, comprobando que tenía todo. Escondí el spray en la mesilla para que mi madre no se entere. Puede ser que hubiera estado muy emocionada pero no tenía ni idea de mi vida como humana iba a acabar.
-¿Puedo pasar..?- Me pregunto mi hermana.
-Cariño tengo muchas cosas que hacer,- la respondí nerviosa.
Me lo pensé, y al final paso adentro, no podía verla con esa cara de pena, siempre nos hemos llevado bien aunque tenía 10 años para mi era como mi muñequita de porcelana con ese tono de piel pálida.
Mientras que yo me estaba maquillando, se sentó en la cama mirándome. Suspiro y me dijo - Ojalá yo fuese igual de guapa como tu...- la mire mientras me pintaba los labios con un rojo oscuro.- Bobita... tu eres mas guapa que yo, y lo sabes,- la respondí mientras la abrazaba.
En el momento ya había llamado al timbre, era Nicole para buscarme. Escuchaba como mi madre le preguntaba cosas como si fuera un interrogatorio.
-Bueno cariño me voy a ir, pórtate bien,- bese a mi querida hermana. Salí de la habitación y salude a Nicole.
- Que pasa loca,- me saludo como siempre me saludaba. Iba no muy elegante, unos pantalones pitillos negros, zapatillas vans, y una camiseta del grupo.
Mientras la miraba de arriba a abajo mi madre me pregunto.
-¿Llevas lo que te dije.?- Sabia que lo decía por el spray..
-Claro mamá,- la respondí muy segura, nunca e mentido a mi madre, aunque sea muy protectora no quería llevarme eso...
-Bueno, es hora de irnos,- contestó Nicole.
- Es verdad iros ya.- dijo mi madre mientras que alguna que otra lagrima se la caía por sus mejillas.-No llores,- la dije en el momento que la abrazaba.
- Te quiero,- me susurro al odio. Mientras que yo la miraba y saque una sonrisa para que no se disgustara.
Solo de ese momento que me acuerdo mientras que estaba con el vampiro, en el sofá sentados. Después de eso no me acuerdo mas, tenía razón de lo que decía, que en las horas recordaría lo que ocurrió.
-¿Y que pasó después,?- me pregunto mientras me agarraba las mano.
Intentaba recordar pero no pude. -No me acuerdo de mas,- le respondí triste mientras lloraba.
Aunque poco a poco recordé una pelea extraña, sentía el dolor y recordaba los gritos de mi amiga...Recordando el me miro y me dijo con voz baja. - Esa noche te salve, aunque ahora no seas humana tienes una cosa que controlar... La sangre.-
Le mire sorprendida, en realidad no tenía hambre si no que tenía una sed infinita.
-¿Te encuentras, bien..?- Me pregunto preocupado mientras que yo me levantaba.
No podía ni tragar saliva, la cuenta atrás ya había comenzado, la cabeza me daba mil vueltas. Respirando por la boca rápidamente me salieron los colmillos afilados, comprobaba que eran de verdad de repente entro al salón la chica con el vestido rojo, muy maquillada.
Mirándome con cara de asco, pregunto a Bill. - Van a venir ya Carol y Jake así que guarda a tu progenitora.-
No tenía ni idea quien eran, en realidad eran amigos de Erik y Pam los propietarios de la casa que me encontraba ahora. Recapacitando mire a Bill y le pregunte una duda. - ¿Como que tu progenitora.? No entendía lo que había dicho Pam.
-Esto es difícil de decir... Pero en nuestro mundo hay reglas...- Respondiendo a la pregunta no podía controlarme mas, era difícil explicar esta situación.
-Contrólala o si no lo tendré que hacer yo,- Contestó Pam de pie con los brazos cruzados.
Bill se levanto del cómodo sofá, para sujetarme, no se que podía pensar pero tenía que entender que me moría de sed. La garganta me picaba con locura, ¿me estaba volviendo loca.?
Controlándome me agarro con fuerza mientras que Pam observaba.-¡Suéltame.!- gritando conteste. Sujeta le empuje con todas mis fuerzas tirándole a una mesa que estaba al lado de las escaleras. Nerviosa salí de esa casa corriendo muy veloz como si fuera un coche que valla a 200 kilómetros por minuto.
-¡Jessica.!- Enfadado salió a mi búsqueda Bill que se encontraba mal herido.
No podía parar de correr, hasta que pare en una esquina, al otro lado de la calle se encontraba una chica con una amiga, podría deducir que venían de fiesta por su aspecto. Observándolas con atención, podía oler la sangre y oír el latido de sus corazones. Mire a todos los lados con atención para comprobar que no había nadie en la oscura calle.
Sentía lo que pensaba mi presa, en ese momento me acordaba como los leones atacan para poder alimentarse. Cruce la carretera para poder alcanzar a las dos chicas.-¡Perdona, estoy una tanto perdida. ¿Podéis ayudarme..?- Corriendo pregunte a las dos chicas par poder distraerlas. Ya en frente de ellas me preguntaron.
-¿Te pasa algo..?- Me pregunto una de las dos chicas observándome con atención.Mientras que la miraba oía sus corazones latir rápidamente, la mire a los ojos y le respondí en voz baja.
-Si.. Tengo sed.-
Asustadas al mirarme los colmillos, salieron corriendo, gritando pidiendo ayuda... Miraba como corrían y en un abrir y cerrar los ojos alcance a una de ellas sujetándola para que no escapara.
Ya preparada, oí que alguien venia no humano.
-¡Jessica suéltala!.- Gritó Bill.
Sin prestarle atención, despacio abrí la boca para beber su exquisita sangre pero comprobé que había al lado de ella un papel en el suelo, mire que ponía en aquel papel, y vi...
(Se busca chica desaparecida.)
Era yo... deje de mirar el papel y solté a mi presa. En ese instante recordé todo, lo que me hicieron aquellos canallas sin alma. Frunciendo el ceño cabreada huí de ese sitio rápidamente para poder vengarme.
'Ya no tenía miedo a lo que los demás decían de mi, ahora ellos son mi presa, mi venganza había llegado.'
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Días en la oscuridad
VampireJessica una simple chica de diecisiete años, descubrirá que en el mundo la oscuridad no sólo será un color o una frase en una canción. Se enfrentará a sus miedos y a su pasado con tan solo una gota de sangre despertando como un soplo una llama de li...