Love of my life, don't hurt me

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Rose cerró las cortinas de la casa rodante que su novio, Eddie Munson se había robado con mucho talento. Sus amigos los dejaron solos, mientras iban a comprar armas a aquella tienda llamada "Zona de Guerra", un nombre bastante acertado para lo que vendían. Eddie se escondió hasta el final de la casa rondante, acostandose en un incómodo sillón-cama.

—Ven conmigo, corazón —Eddie estiró sus brazos moviendo sus manos en señal de que su novia lo abrazara.

Esta se aseguró que las cortinas estuvieran bien cerradas y se acercó al mencionado, quien la jaló, mientras caía encima de él, este la abrazó fuerte. Rose correspondió a su novio también apretandolo con dulzura, como si nada más le importara. Suspiró y Eddie notó esto.

—¿Sucede algo?

Rose lo miró con recelo mientras este ponía cara asustada.

—Eddie, ¡Sucede todo! —Elevó un poco la voz— Perdóname... sólo... tengo miedo, de que algo nos pase, de que algo te pase.

Rose se sentó mientras Eddie seguía recostado, esta le acarició el rostro mientras miraba al piso, con lágrimas en los ojos, odiaba llorar, pero en situaciones así, era imposible contenerse.

Eddie se sentó también abrazándola de nuevo mientras esta lloraba en sus brazos. Toda esta situación tenía muy rota a Rose, desde las falsas acusaciones hacía su novio y todo el tema de Vecna, otras dimensiones y monstruos horribles la tenían agotada, asustada. Eddie también sentía mucho terror, pero trataba de mantenerse sereno, para poder proteger a Rose de todo lo que se avecinaba.

—No voy a dejar que nada malo suceda —Eddie acarició los hombros de Rose mientras esta la miraba con los ojos húmedos—, te amo, ¿Sí?

—Yo también te amo —Respondió controlando el llanto.

Ambos se dieron un pequeño beso, seguido de otro más largo e intenso, Eddie fue recostando suavemente a Rose mientras quedaba arriba de ella. El beso incrementó de intensidad, ambos se besaban fervientemente, como sí sus labios fueran el lugar seguro del cada uno.

Eddie comenzó a meter la mano debajo de la blusa de estar hasta que escucharon que la puerta de la casa rodante se abría con fuerza. Ambos se dejaron de besar mientras se levantaban y veían a sus amigos entrando con desesperación mientras Robin le gritaba a Steve que encendiera el auto para irse.

El rubio aturdido lo hizo mientras arrancaba a toda velocidad.

—Hey, hey, ¿Que pasó? —Eddie caminó hacía adelante con Rose tomados de la mano.

—El imbécil de Jason estaba ahí —Nancy contestó, su voz estaba enojada—. Maldito idiota, ¿De verdad se atrevió a querer enseñarme como usar un arma? ¡A mi!

—Tranquila, Nancy —Steve la vió y esta sólo suspiró pesado para sacar su enojo.

—¿Preguntó algo? —Eddie habló de nuevo.

—Sólo preguntó por Mike, sigue enfrascado en la tontería de que el Hellfire es un culto satánico —Nancy manoteó.

—Creo que no fue muy buena idea que le pusieras Hellfire a un club de Calabozos y Dragones —Steve miró a Eddie para luego volver a poner su vista en el camino.

—Sí, es lo que he estado pensando estos días —Eddie se rascó la cabeza.

Rose sonrió un poco ante esto.

—Hubiera sido mejor que se llamaran Dragonsitos o algo así —Robin habló mientras Eddie, Steve y Nancy la miraban con cara confundida—. ¿Qué? Se escucha lindo.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2022 ⏰

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