Dead or Alive: Most Wanted

3. Aliados

Sólo puedo ofrecerles una disculpa por esta larga espera, han pasado muchas cosas en mi vida que me trajeron ocupada, pero ahora creo que ya me estoy estabilizando, por lo que espero ser más constante. De antemano, gracias por leer <3

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3. Aliados

Cada vez que pisaban tierra ocurría lo mismo. Se descuidaba sólo unos segundos para comprar víveres o halagar a una bella mujer, y cuando se giraba, Luffy había desaparecido. Quizá alejarse de él unas cuantas horas no sería del todo malo de no ser porque el chico de sombrero de paja solía meterse en problemas tan fácilmente como él encendía un cigarrillo. Y justamente Sanji acababa de encender uno cuando notó un alboroto a unas cuantas calles de distancia.

La gente corría asustada en dirección contraria a la plaza principal, como si escaparan de algo o alguien. Lo más extraño era que una helada ráfaga cargada de nieve venía de esa dirección ¡Y ni siquiera estaban en una isla de invierno! Sólo había una explicación para ese fenómeno tan repentino, y no le agradaba en lo absoluto.

- Joder Luffy, ¿Qué hiciste ahora?- corrió en dirección contraria a la multitud, tratando de llegar al centro del alboroto que estaba seguro había causado Luffy. Sin embargo se detuvo en cuanto su oído se agudizó y, entre todo el barullo, logró distinguir los gritos desesperados de una damisela- ¡Ya voy, mademoiselle~

!- de pronto cambió de dirección 180 grados, dejándose guiar por ese sexto sentido que le hacía saber cuando una dama estaba en peligro, olvidándose monumentalmente de Luffy.

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Momentos antes...

Con sólo el batir sus alas, la mujer pájaro produjo una tormenta que cubrió la plaza de nieve en cuestión de segundos, provocando que la temperatura bajara drásticamente. La gente abandonó el lugar tan rápido como pudo para ponerse a salvo; cuando se trataba de usuarios era mejor alejarse hasta que llegara la marina a ayudarlos.

- ¡Es él!- la tenryuubito en la pantalla perdió su impecable temple al reconocer a ese chico- ¡Lo quiero, lo quiero! ¡Tú! ¡Atrapa a ese chico, es una orden!- se dirigió al hombre que amenizaba la ejecución en la plaza- ¡No importa cómo, atrápalo!

- ¡S-Sí, Shalria-sama!- si había algo que la gente temía más que los usuarios era la despiadada ira de los dragones del cielo. En su desesperación por complacer a la mujer noble, el animador se acercó al usuario de la bari bari no mi, y con una llave que sacó de su bolsillo, lo liberó- ¡Caníbal, atrapa a ese mocoso!

- ¡Hehaha! ¡¿Por qué debería?! ¡Idiota!- apenas las cadenas cayeron al piso, el llamado Caníbal se burló del hombre mostrándole su dedo corazón con ambas manos y mostrándole su larga lengua, haciendo que el presentador se sonrojara de enojo. Bartolomeo era alguien extravagante no sólo por ser un usuario de una fruta del diablo... con sus colmillos en su mandíbula superior, los tatuajes bajo su ojo derecho y el anillo de su nariz; su ropa de llamativos colores y su escandaloso cabello verde peinado como una cresta le hacían lucir como un pandillero vulgar- ¡Todos ustedes, váyanse al infierno!- sin dejar sus señas obscenas, Bartolomeo le dio la espalda, listo para escapar

- ¡Te perdonaremos la vida!- en un intento por detenerlo, aquel hombre le prometió libertad, y de hecho su plan pareció funcionar. El peliverde se detuvo de golpe, esperando a que terminara de negociar- ¡Si atrapas a ese mocoso, no sólo te perdonaremos la vida! ¡Podrías convertirte en un cazador también!- su sonrisa de satisfacción se extendió por todo su rostro; esas escorias eran tan fáciles de manipular.

O eso creyó.

Bartolomeo se abrió los pantalones y los dejó caer hasta sus rodillas junto con su ropa interior, e inclinándose un poco, se dio varias palmadas en el trasero, haciendo rabiar al presentador.