Una historia de amor de verano, cada verano la familia de Chiara iba a su villa en la playa que compartían con la familia Lytton, Nicholas Lytton el hijo mayor de la familia y el eterno crush de Chiara podría empezar a verla de diferente forma este...
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Después de la cena, todos fuimos a nuestros cuartos, el insomnio me empezaba a atormentar, la luz que se alcanzaba a pasar por la cortina de mi cuarto capturó mi atención, me asome por la ventana y vi que era luna llena, hermoso, tome una manta y un libro. Evite hacer algún ruido mientras salía de la casa, era fresco con brisas de aire que movía mi cabello, tiré la manta a la arena y me senté sobre ella. Abrí mi libro, justo para adentrarme en sus páginas.
—¿Tú tampoco puedes dormir? —esa voz, sentí una corriente pasar desde mis pies hasta mi cabeza, sonreí, pero era un sonrisa más de pena que de alegría.
—No...
—Podemos no dormir juntos, bueno, si no te molesta que este aqui.. —una parte de mi hubiera deseado que se fuera pero no por el hecho de que me molestara que él estuviera ahí, si no que sabía lo nerviosa que él me podría hacer sentir.
—Claro que no Nico. —me rendí ante el.
Su mano rozó mi pierna descubierta mientras se acomodaba en la manta, dios Nico, me ibas a matar.
—¿Qué lees, principessa?
—La edad de la inocencia.
—¿De Edith Wharton? lo leí en clase. —una sonrisa salio de mi rostro, era el único chico con el que había hablado de libros
—¿Y qué te pareció? —era la tercera vez que leía esa historia, por algún motivo siempre me gusto, y me sentia mas del lado de Ellen que de Amy.
El veía las olas del mar, yo lo veía a él.
Su mandíbula marcada, esos dos lunares que adornaba como estrellas al cielo su rostro, era tan armonioso, platicaba del libro, yo de vez en cuando asentía, no podía evitar dejar de verlo, dejo de ver el mar para verme a mí, nuestras miradas se unieron, pero se sentía tan diferente, no descifraba que era, solo sabía que nunca me había visto así, no de esa forma.
