Invierno, una de mis estaciones favoritas, el cielo la mayor parte del tiempo está infestado de nubes grises, llueve por las noches y puedo oler la tierra mojada.
Tengo los zapatos con tierra, los pies un poco mojados y el cabello ligeramente esponjado, me duelen los pies, he caminado mucho.Tire la rosa blanca que estaba envuelta junto a las demás rosas, la tire y se quedó en la parte de arriba del ataúd.
Entre sollozos, conversaciones, uno que otro "lo siento" estaba mi soledad, estoy rodeada de tantas personas y aún me siento sola.
Pensé en aquellas promesas que salieron de su boca, de las veces que me dijo cuánto me amaba, cuantos bebés íbamos a tener, todo se tornó de un color obscuro, son promesas rotas.Empezarón a tapar con tierra aquel hoyo donde se encontraba, salí de la bola y me aleje un poco. Saque de mi lado derecho mi cajetilla de cigarros, tomé uno y lo prendí.
-Supongo que te sigue incomodando estar entre la multitud- escuche decir a alguien, una voz masculina que reconocía muy bien- imagino que tampoco estás de humor para estar escuchando a señoras llorar, ¿me das uno?- señalo los cigarros, le acerque la cajetilla y lo tomo, lo coloco entre sus labios y prosiguió a prenderlo.
-No se a quien le gustaría escuchar señoras que hablaron mal de ti y de tu esposo durante toda su vida y que ahora si se sientan mal por ambos-
-No, a nadie-
Se hizo el silencio, hace frío, el aire es muy frío, tengo la nariz roja y las mejillas igual. Entre tantas estaciones del año decidió irse en invierno.
-¿Vas a ir a tu casa?-
-Si, no tengo a donde ir-
-Podría acompañarte-Que listo
-Claro, si quieres-
Caminamos hasta la puerta del cementerio, él fue directo a su coche y yo igual, entre y prendí la calefacción, saque mi teléfono y mire los mensajes.
¿Cómo estas?
Lo siento mucho
Él fue un gran esposo
A que hora puedo ir a verte?
Siempre en nuestras oraciones
Se fuerte
Lastima lo qué pasó
Sigue en alto
Un abrazoLo deje en el asiento del copiloto y prendí el coche. Conduje hasta a casa.
Los árboles son enormes, hay muchos al rededor, en unas horas no me sorprendería si empezara a nevar, rayos, mañana tengo que trabajar, que agotador... Aunque el paisaje... es hermoso, desde que nos mudamos a la casa fue mi parte favorita, una de las dos cosas por las cuales quise quedarme.
Luego de un tiempo aparqué afuera de mi jardín, él ya estaba esperándome, ¿Cuánto tarde? Él se apuró. Salí del coche y sonreí.
-Que rápido llegaste-
-Te vi cuando salimos, estabas mirando tu celular así que decidí salir antes-Abrí paso y metí la llave en la cerradura, se atoró lo cual se me hizo raro aún así creo que es el frío, tal vez se congelo un poco, luego de estar forcejeando pude abrir la puerta.
-Adelante, entra, te congelaras acá fuera- enseguida de él entre yo- ¿Gustas café?-
-No tomó cafeína-
-¿Un té?-
Dejo su chaqueta en el perchero de la entrada
-En realidad vengo por algo más-Se acercó a mi
-¿A que te refieres?-
Me abrazo y me beso.
-Estuve esperando tanto tiempo para tenerte entre mis brazos una vez más, sentir tu piel, oler tu cuello, ver tus ojos... espere tanto-
-Roger, ahora no es el momento- lo aparte con mis manos y me senté del otro lado de la sala en el sillón.-¿Cuando será el momento?-
-No se pero hoy no, murió mi esposo, tu mejor amigo-
-No me vengas con esas tonterías, sabemos muy bien que no lo amabas y que te quito un peso de encima suicidarse-
-Tu que vas a saber de mis sentimientos, nunca me preguntaste ni cómo me sentía-
-No, pero si se cono te hacia sentir yo- poco a poco se volvía a acercar a mi.Me levante del sillón y el me tomo del brazo, me jalo a su pecho y poso sus manos en mi cadera, junto sus labios y los míos.
Nuestras respiraciones se encontraban, cada vez se aceleraban más y más.-No puedo- hablé y me aleje.
-Déjate de tonterías, hice muchas cosas para estar contigo-
-Y ninguna te sirvió. Estoy dolida por mi esposo, lo amaba y lo amo, lo que tú y yo tuvimos fue hace años, antes de que él y yo nos casáramos, supéralo, nunca engañaría al hombre que me amo incondicionalmente-
-¡Eres una estupida!-Brincó hacia mi con toda la fuerza que tiene y nos caímos al suelo, ahí empezó a quitarme mi playera.
-¡Para!- gritaba, mierda.
Estaba sobre mis manos las manos de él, apretaba tanto que sentía mucho dolor.-¡Hace tiempo no estaba dentro de ti, quiero volver a sentirte-
Entre en pánico, bajo su cremallera y me bajo el pantalón, soltó mis manos y con ellas intenté quitármelo de encima, manoteaba y rasguñaba.
-¡Maldita perra!- Me golpeó
Bajo mi ropa interior y empezó a penetrante. Mi mano estaba debajo del sillón, sentí la navaja que había dejado caer hace unos días pero que simplemente no recogí, la tome. El dolor que provocaba lo que me estaba haciendo en mi vagina era como si estuvieran quemándome, mis piernas pesaban y por el golpe me dolía la cara sentía como me palpitaba.
-¿Te gusta?- dijo
Rápidamente pase la navaja por su cuello y de la nada chorreó sangre, subió sus manos al cuello y me miró con los ojos abiertos, sorprendidos, asustados, se fue de lado y estando ahí murió.
Me levante del piso y subí mi ropa, me dirigí a la cocina y limpié mis manos, mi rostro y la navaja, mi cuello y el pecho también limpié.
Volví a la sala principal y me quede observando lo que había hecho, lo qué pasó intentando tener alguna otra reacción que no fuera la indiferencia.-La segunda razón por la cual me quede en este lugar... fue porque aquí nadie te ve-
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Ventisca
Mystery / ThrillerLa ventisca cada vez es más fuerte, las ramas de los árboles chocan contra el cristal de la habitación, el aire está gritando de dolor y en esta habitación estoy yo con un sufrimiento, con un vacío en el pecho esperando a que termine. Las noches pe...