Era el año 2003 y estaba en Bérgamo, Italia y no entendía nada de lo que me decían, pensé que era fácil el italiano, yo tenía un amigo al que le decían el tano y le entendía todo. Yo sabía que elegir una ciudad solamente porque el nombre me parecía chistoso era una mala idea.
Estaba perdido hace 1 hora, y caminando por en frente de una capilla me encontré a una persona que al parecer estaba en la misma situación que yo. En el medio de la calle mirando para todos lados con el pelo en la cara y toda desconcertada, la gente no le respondía cuando ella preguntaba, y desde donde estaba parado podía escuchar sus suspiros de desesperación.
— Hola —
— Hi, do you know where we are? I'm kind of lost —
— Uhh mierda — dije en voz alta
No nos entendíamos, pero estábamos en la misma. Yo intenté hacer uso de toda mi fuerza mental para trata de hablar con ella con palabras que los dos entendamos, pero era débil.
— No sé adonde poronga estoy, hace dos horas que estoy buscando la estación de trenes —
— Po-ron-ga? — me miró confundida.
— No, esa no es la palabra importante, tre-nes, busco tre-nes — me exprese, mientras movía las manos.
— Tre-nes? oh trains! yeah I'm looking for that too! — dijo ella mientras se apuntaba a si misma y decía que si con su cabeza moviendo su pelo colorado.
— ¿Vos también? ¡bueno yes! yes, joya — dije tratando de decir que vayamos juntos.
Se puso a mi lado y empezamos a caminar juntos. Podía oler su perfume, pero yo no tenia ni idea de olores así que no podía decir con claridad a que olía, de ahí en adelante, cada vez que sentí ese olor lo definí como olor a ella.
— Te prometo que no soy un loco —
— I don't understad what you're saying — me dijo, subiendo los hombros
— Que no estoy loco jaja — le dije haciendo círculos con los dedos al rededor de mi cabeza
— Great, but I am — me dijo señalándose el pecho y diciendo que si con la cabeza mientras se reía.
Caminar por las calles de Bérgamo (jaja Bérgamo) puede ser bastante romántico o aterrador dependiendo de por cuál camines y parece que nosotros nos metimos en una equivocada porque a la mitad de la calle aparecieron tres italianos y nos apuntaron con un pan, en realidad nos apuntaron con un cuchillo pero eso sonaba más gracioso. Dos minutos después estaban los tres tanos tirados en el piso porque yo soy cinturón negro de karate, mentira otra vez, ella sacó 100 euros de la billetera, los tiro para un costado y me agarro la mano para que salgamos corriendo.
Luego de correr unas cuadras le dije que paremos porque yo no soy muy atlético, en el futbol juego de 5 estacionario que le tira pelotazos al nueve, eso lo pensé en realidad lo que le dije fue — Stop! plis stop! — mientras me agarraba el pecho con las dos manos como si se me fuera a escapar el corazón.
Vimos una plaza en la esquina así que nos sentamos en un banquito a recuperar el aliento. Y mientras estábamos ahí sentados intente hablarle un poco más.
— En ingles le dicen Dickgamo a Bergamo? —
— What? —
— No, nada, una boludez — Justo cuando dije eso vi que su remera decia New York así que le pregunte — ¿Sos de ahí? — mientras apuntaba a su remera.
— New York? oh yeah kinda, I was actually born in Ireland, land of leprechauns and redhead people — Me dijo lentamente para ver si cazaba una.
— ¿Irlanda dijiste? Copado debes ser buena para tomar vos — le hice la seña universal del escabio, la tomada del vasito.
Justo cuando se estaba riendo pasó la policía, o como le dicen acá en Italia *hace montoncito con las manos* "le policía" y los intentamos parar, pero iban apurados y no le vimos ni el polvo, o como le dicen acá *montoncito* "il polvo".
Ya se estaba haciendo de noche y le dije que fuéramos hacia donde veamos más luz, para ver si encontrábamos el centro de la ciudad, le apunte el foco de la plaza para darme a entender y justo se prendió.
— You're magic —
Mientras íbamos caminando por la Via Gombito ella me empezó a contar cosas que no entendía, pero que si entendía, no sé si me doy a entender.
Unas cuadras después empecé a escuchar como música en mi cabeza, nuestros pasos iban al ritmo, y su mano chocaba de ratos con la mía como si estuvieran bailandoEl cielo de la ciudad ya estaba oscuro, el ruido de un tren tapaba la música en mi cabeza, mi vista estaba nublada porque ella estaba demasiado cerca. Estaba justo frente a mí, no había notado sus pecas antes, que lindas. Me dio un beso en la mejilla, me dio un abrazo y me dijo algo al oído. Su aliento mojaba mi oído, mi panza hacia un rugido, yo no entendí lo que me decía, pero sonreí y le dije que si con la cabeza.
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Si con la cabeza
RomanceDos extraños que no hablan el mismo idioma pasan todo un día juntos