Se despierta horas después, en mitad de la noche, y añade un par de líneas más.
Si me besaras otra vez, seguramente me moriría. Ahora tu boca no es más que mi enemigo, George. Me quedé despierto anoche, y cuando me pusiste las manos en los hombros para llevarme a la cama, me destruiste. Te quiero. Te quiero. Te quiero.
Quiero que me quieras igual.
***
Hoy te pusiste mi ropa, escribe Dream. Debajo de él, papel vainilla y tinta azul oscuro. Le duelen las manos de trabajar, pero saca tiempo para sangrar sobre el papel. Si no lo hace, le duele más.
El ruido que hace la cama debajo de su cuerpo se ha convertido en uno de paz.
A Dream le encanta ese sonido. Significa que George está durmiendo bien.
Y lleva horas durmiendo. Dos, tres, quizá cuatro. Dream no las ha contado, pero le vio cambiándose, y tocó su barbilla y sus mejillas y su nariz mientras se metía en la cama después de todo un día de escribir.
Dream lleva haciendo esto meses, desde que llegaron a Monte Carlo. Querido George. George. Para George. Mi George.
Y hoy, sin nada más que el dulzor del zumo de por las noches —mango y naranja—, escribe.
No solo la camiseta, sino también los zapatos y calcetines y el collar que trajimos de casa. Te lo pusiste todo, y me hiciste verte. Pero ¿cómo podría no haberte visto? Estabas increíble. Tenías los pies fríos por los suelos que tenemos, y supongo que es culpa mía por no haber llamado a alguien antes, pero mañana abriré las ventanas.
Sé que te gusta encontrar calidez cuando te despiertas.
Dicen que aquí hace un calor agradable. Pero está llegando el verano, y tu piel está más húmeda por las noches y contigo estoy en mi lugar, George. Encajamos así. Piel húmeda y respiración ronca. No hablamos mucho cuando ya ha salido la luna, cuando nuestras costillas ya descansan, pero nos gusta así, ¿a que sí?
Dime que sí.
No es justo que tu mano y mi mano no encajen como nosotros queremos. Nos movemos y nos cambiamos y nos hemos clavado las uñas más veces de las que pueden considerarse normales, pero yo no cambiaría nada. Me gusta el sudor y el movimiento y el ir y venir.
Me está viniendo esta imagen que solo me viene por la noche...
Se detiene y mira a su izquierda donde duerme George. La cama es pequeña y está cubierta de sábanas rosas, y George tiene el pie destapado como si esta delgada capa de tela ya le diera demasiado calor. Como si no fuera a estar completo hasta que Dream se le uniera.
Tendrá más calor cuando Dream se junte a su lado, pero solo entonces meterá los dos pies bajo las sábanas.
Siempre le espera.
Dream respira hondo una vez.
Dos veces. Y entonces lo observa y ladea la cabeza, sintiéndose atraído a la cansada muñeca sobre la que George apoya la mejilla. En esta forma parece el amor personificado; es una forma particular demasiado intensa para ponerla en palabras, así que Dream no puede hacer más mirarle y desear que George entienda su mirada.
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Take me to Monaco || Dreamnotfound
Fanfiction"Me entristece la idea de hablar contigo de gatos callejeros, George", escribe Dream antes de dar un par de toques en la mesa con el bolígrafo, dejando pequeños huecos en la madera. Le arañarán la piel, pero no le importa. "Me hace pensar en empeza...