Uno.

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Suspiró de mala gana, al ver que otra vez había perdido

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Suspiró de mala gana, al ver que otra vez había perdido. Aquino ya estaba cansado de ver la cara de ese ser que ahora consideraba insoportable luego de tantas derrotas seguidas, y es por eso que ahora se hallaba totalmente cansado.

Y todo parecía indicar que su tarde sería una completamente aburrida y descolorida para nuestro querido castaño de orbes rubíes, pero claro, como ya he mencionado, "parecía".

Ya que no paso mucho tiempo para que Duxo llegara corriendo al sofá, y se sentará arriba del mismo chico de alta estatura; quien sonrojado hasta las orejas, dejó que este se acomodara mientras solo lo veía con la peor cara posible.

-Oww, ¿qué pasa bebé?, ¿acaso estas cansado de ser derrotado siempre?.-acaricio sus mejillas y le robo un beso así como así; haciendo que Aquino simplemente se abanicara con su mano en busca de quitarse todo ese calor de encima. Dios mío, sabía que el pelinegro se comportaría de una forma más cariñosa con él, ¡pero no esperaba que lo fuera tanto!, definitivamente su chico parecía una persona totalmente distinta y renovada. ¿Qué rayos había pasado con aquel chico que se la pasaba puteando a todos de aquí para allá?, nadie lo sabía.

Ahora bien, respondiendo a la pregunta del mayor, el menor solo supo refunfuñar ante esto. Detalle que hizo al chico de sudadera de paloma reír por lo bajo, su "novio" realmente era alguien muy gracioso cuando estaba enojado.

-Al parecer no quieres hablar-señaló lo obvio.-. Esta bien, coloca tus manos en el control, yo seré tu guía.-el castaño pensaba: "¿Como mierda el mismo diablo en persona se convirtió en un dulce y pequeño ángel como este?". Claro que no se quejaba, pero también echaba de menos al viejo Duco.

Sin más tiempo que perder, el chico más alto paso con delicadeza sus grandes manos por las pequeñitas y blanquecinas manitas del contrario; quien se encontraba sosteniendo el control, preparado para remontar otra vez. Con la compañía de su leal compañero y ahora pareja que ahora solo se dedicaba a abrazarlo por la cintura, en busca de acercarlo más a él. Huh, ¿quién diría que aquel chico amargado era solo un perrito en busca de cariño?. El más bajo solo supo sonrojarse un poco ante esto.

-Okey Aquinito, primero que nada, antes de comenzar cualquier partida en el "Cuphead", debes saber que el recurso más importante y necesario de toda partida es-hizo una pausa, mientras recibía una mirada atenta por parte del otro peruano, quien esperaba a su respuesta.-... ¡la paciencia!.-y fue así como le dio play a la partida, que se encontraba en modo regular. Esa maldita flor (aunque solo fuera un pixelito) reconocería que se había metido con la persona equivocada.

-Wow, en serio no lo sabía.-fingió sorpresa mientras rodaba los ojos, más sin embargo apenas terminó de pronunciar dicha palabra, fue callado por el dedo de su contrario, quien yacía sellando sus labios en busca de que de una buena vez se callara.

-¡Cierra el culo!, que no volveré a repetir esto-mencionó, cansado de tantas interrupciones, para luego dar paso a su simple explicación acompañado de un "Esta bien", amargado de parte de su compañero y ""pareja"".-. Mira, pese a que en Cuphead existen distintos tipos de maneras para evitar a los bosses, yo diría que lo que debes tener más en cuenta a la hora de atacar son los parrys.-dijo sencillo, mientras continuaba con la partida normalmente, saltando ante cualquier objeto minimamente rosado que se le presentará en la partida.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2022 ⏰

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