Cuando te vi, toda mi vida cobro sentido. Luche contra mi mismo, traté de alejarte de mi mente y de mi corazón.
Solo eras su hermana, yo quería que solo fueras eso.
Pero nadie puede escapar del destino, y tú eres mi destino.
_______________________...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Estás bien cariño?
—No. ¿Y si se molestan conmigo?— susurro la pelinegra, su intención era que los vampiros al interior de la residencia no la escucharan, pero claramente no funciono.
La puerta de entrada se abrió y una pequeña vampira salió dando saltitos, detrás venía Isabella con una bebé que aparentaba por lo menos ocho meses en sus brazos, Edward se encontraba a su lado sosteniendo la cintura de su esposa. Ante el temor que la recién transformada Isabella a nadie le pareció extraño que Carlisle y Davina se mantuvieran alejados durante un mes.
—Eso no va a pasar cariño. Y si pasa, estoy contigo en esto, jamás permitiría que nada malo te pasara, ¿Si?—.
—Bien, confió en ti—.
El líder del clan olímpico bajo a velocidad vampírica para abrirle la puerta a su compañera, lo que la hizo reír y sosteniendo su mano la ayudo a salir. Una vez fuera del auto le ofreció su brazo y juntos entraron a la casa. Se sentaron en el mismo sillón en el que Isabella paso seis de sus ocho semanas de embarazo, y esperaron a que el clan se reuniera al completo.
...
Cuando Edward e Isabella llegaron de su cacería, Davina le mando una sola mirada a Edward mientras baja sus defensas mentales y pensaba "más te vale callarte si sabes lo que te conviene", subió inmediatamente sus defensas antes de viera más de lo que debía.
—Bueno, seguramente dos personas en esta habitación ya saben lo que pasa ¿No?—.
—Diría que solo yo— respondió un Edward bastante confundido.
—Yo no he visto nada fuera de lo normal— secundo Alice.
—Alice debería haber tenido una visión si es algo importante—.
—A lo mejor no es algo tan importante Emmett—.
—Si no lo fuera no nos tendrían reunidos como a una secta secreta en la sala de estar—.
Todos hablaban al mismo tiempo, sin dejar hablar a la pareja. La pelinegra intentaba captar la atención de todos pero nadie parecía escucharla, así que decidida a callarlos a todos se paro del sillón y hablo fuerte y claro.
—¡Estoy embarazada!—. Un silencio automático inundo la habitación, y mientras todos volteaban a verla, ella se sentó tranquilamente al lado de su compañero, tomándole la mano para sentirse más segura.
—¿Cómo que estas embarazada?— Isabella fue la primera que hablo —¿Eres tonta? ¿Acabas de ver que casi morí dando a luz a Reneesme y tu vas y haces lo mismo?—.
Davina cruzo un brazo frente a Carlisle en cuanto noto su molestia y ganas de levantarse.
—Primero que nada, me bajas el tono. Recuerda que soy tu hermana mayor, y segundo me embaracé antes que tú, tengo un embarazo completamente normal—.
