Siempre hay un camino que elegir el bien o el mal.
¿ Que pasaría si esos dos caminos se funcionaran en uno solo?
Una vida que da vueltas y vueltas en el mismo círculo vicioso. La traición es la peor arma del mundo...
D: La juventud cada vez está más peor... *niega con la cabeza* *se va*
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- Buenos días señorita Eunjie, seré su psicóloga de ahora en adelante. Mis visitas constan de hacerle una serie de preguntas y usted me dará su respuesta. De acuerdo?
Yasuri: *la observa y asiente con la cabeza*
- Bien, comencemos. Sabe usted porque está aquí?
Yasuri: Mi esposo tiene que atender unos asuntos fuera del país y por eso estoy aquí. Pero a veces viene a verme. *emocionada*
- Que puede decirme acerca de su esposo? Como era?
Yasuri: Porque habla de el en forma pasada?
- Señorita, su esposo falleció hace dos semanas...
Yasuri: *la observa y suelta una lágrima* E-él era un hombre muy caballeroso, tenía la ilusión de ser padre. Un hombre ejemplar... el mejor que existe de hecho.
- Cómo era la relación de usted y su padre, señorita?
Yasuri: Buena, llena de decepciones. Era un hombre muy familiar.
- A qué se refiere?
Yasuri: Prefirió a su sobrina en vez de su propia hija... *mirada seria*
- Donde está su padre ahora?
Yasuri: Descansando en el cementerio o revolcándose en su maldita tumba.
- Que le paso?
Yasuri: Murió.
- Como?
Yasuri: Asesinado... jejeje.
- Tu... Tuviste algo que ver ahí?
Yasuri: No.
Los colores, habían colores de un momento a otro que iluminaban la habitación. Habían flores y pajaritos cantando, era una primavera perfecta. Mi Jay salió de entre los árboles, llegó hasta mí y me extendió su mano, la cual tomé sin pensarlo dos veces. No había nadie más, ni nada que interrumpiera el momento. Comencé a reír y a llorar de alegría por ver su rostro, después de éstas dos semanas me había llevado a un campo lleno de flores...
Poco a poco, todo desapareció y al observar a mi alrededor me di cuenta de que estaba en una habitación con rejas en las ventanas, paredes totalmente blancas, cámaras de seguridad, una cama pequeña vestida de blanco, la mujer de hace un rato; la cual sostenía unos papeles en sus manos, mire mi ropa y también era color blanco.
