Boy•Friend

C A P I T U L O l

Si, y hoy como todos los días me despierta la luz que entra por mis ventanas, a pesar de ser unas cortinas gruesas el sol siempre encuentra una manera de colarse en mi habitación.
Seguido de eso escucho el sonido del despertador que se encuentra del otro lado de la cama.

Y yo tan cómodo que estaba. Pienso en mis adentros que hoy no será un día tan malo, algo en mi me lo decía, llamemoslo corazonada. Mamá me decía que tengo un don para esas cosas, rara vez la veo, debería mandarle un correo.
Mis pensamientos siguen y siguen mientras me dispongo a levantarme de mi cama, para seguidamente rodearla hasta llegar a mi mueble en donde descansa mi reloj con unos números en rojo que me marcan la hora en que se supone debo levantarme. Apagó la alarma con un poco de pesadez.

Antes de continuar con mi rutina diaria, me dispongo a echarle un vistazo a mi teléfono, quién sabe quizá y ha sucedido algo importante.
Noto que en el grupo que tengo con unos colegas del trabajo están discutiendo sobre un tema que realmente no capta mucho mi interés.

"Un compañero de trabajo vendrá hoy a una entrevista" leó con un poco de disgusto, ¿Otro idiota? Ya somos demasiados en ese departamento de contabilidad tan asfixiante, el último que había ido a una entrevista de trabajo nisiquiera había tenido experiencia alguna trabajando y meramente por ser una cara bonita le habían dado el empleo. Incluso es mi supervisor actualmente, claro a pesar de que yo llevo trabajando más tiempo.
Pero a nadie le importa tu esfuerzo, al final para esta compañía lo importante siempre es la apariencia.

Ese mensaje fue suficiente para ponerme de muy mal humor, y así empezamos con esta rutina, que algún día va a terminar haciendo que me pegue un tiro por la cabeza o que me lance de este edificio que de por si ya es muy alto. Sería noticia nacional y todos me mirarían.

Mi vida realmente no es mala, tengo un empleo que detesto, eso es verdad, pero gracias a eso puedo costear la vida que llevó. Aunque con regularidad me siento solo aquí.

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A unos metros de llegar a la entrada del estacionamiento, escucho gritar a el encargado de la limpieza del edificio donde trabajó.
-Ya le dije que no puede entrar aquí sin autorización!!- Se notaba bastante alarmado y a la vez desesperado. Quizá por el conductor necio que se encontraba en ese auto moderno color rojo. No me sorprende realmente, la mayoría de los que trabajamos aquí contamos con uno parecido o hasta llegar a ser ridículamente caros meramente por tener asientos de piel o hay lunáticos que bañan sus vehículos en oro.

-Pero vengo a una entrevista de trabajo, nadie me dijo que tenía que contar con un tipo de autorización. Ahora escucho la voz del dueño del vehículo frente mío, o debo decir conductora.

-Pues lo siento señorita... Rose. Decía el encargado mientras leía la identificación que la chica. No puedo verla debido a la distancia que tienen nuestros autos el uno del otro meramente puedo escuchar su voz.
Ya un poco harto por la discusión tan tonta que estaba ocurriendo frente mío, me dispuse a tocar el claxon de mi auto.

-Vamos solo dejala entrar no creo que venga a robarse nuestras plantas falsas!!- le dije desde mi vehículo, seguido de eso me percató de que se ha formado una pequeña hilera de vehículos que como yo, deseaban entrar al edificio y a este se sumaban más claxon y gritos.

-Voy a llegar tarde!!. Gritaba uno desde su deportivo amarillo, ese chico que aunque joven, tenía un cierto TOC
específicamente relacionado con la limpieza y no era un secreto, llegaba a ser divertido al inicio verlo llegar a la cafetería aterrado porque alguien había derramado algo en la mesa. Algunas veces lo hacíamos a propósito. Pero después de un tiempo llegó a aburrirme que siempre quisiera todo de cierta manera.