The Project [Wigetta] (Alerta: Editando)

Primer paso

28 / 4 / 2059

-Si, lo sé señor, lo siento, de verdad... -me encuentro hablando por teléfono con el señor "Jefferson Aline", el jefe de la empresa de un diario llamado "Facets", dando una de las disculpas más largas que había dado en mucho tiempo-. ¡Claro que me interesa el trabajo! lo que sucede es que se me hizo un poco tarde, pero si tan solo pudiera darme otra oportunidad...

Había conseguido que me diera una entrevista de trabajo para el día de ayer, pero no recordaba que ya tenía otra programada con otro periódico desde hace meses. ¡Lo sé! Soy estúpido, ¡Pero no podía desaprovecharla después de todo el trabajo que me costó obtenerla!. Los trabajadores de la compañía se la pasaban diciéndome que tendrían que posponerla unos días más o quizás semanas, y siguieron así hasta que esas semanas se convirtieron en dos largos meses y medio, en los cuales seguro se habían olvidado por completo de mi. Y por supuesto, yo igual de ellos.

-Señor, se lo ruego, necesito el trabajo, por favor. -después de todo, al final no me aceptaron en el anterior, así que aquí estoy suplicando para que me ayuden con este problema-. ¿Quiere una razón...? Pues yo también escribo y podría redactar alguna reseña para su diario señor, sin cobrarle absolutamente nada, pero deme este empleo por favor... ¿No es suficiente?. No, no, no, no señor, ¡Por favor no me cuelgue! ¡No! -y así es como se superan las rachas de mala suerte.

Recuerdo un famoso refrán que dice: "Y me he quedado como el perro de las dos tortas", Algo así. Pues en este momento me queda pa'l pelo esa frase, para que engañarnos. ¿Cómo me pasa esto a mi, macho? Yo lo tenía todo bajo control, ¿Cómo se me pudo haber olvidado algo tan importante como esto?. Últimamente me estoy notando un poco distraído y podría decirse que hasta paranoico. ¿Que por qué paranoico? Pues simplemente hay veces en las que me siento vigilado, siendo observado por alguien. Pero igual solo son cosas mías y me estoy volviendo loco.

¡Genial!, Como si no tuviera ya suficientes cosas por las que preocuparme.

-¿Qué pasa Guille?

Oh no, ella no por favor. No ahora...

Maggie, mi abuela. La persona que más me ha ayudado en la vida y a la que le debo todo, desde la compañía y felicidad que me pudo dar a los 17 años, hasta mi supervivencia de hoy en día. Me mira parada en el marco de la entrada de su habitación, con expresión preocupada como siempre. «Tú le hiciste esto, le trajiste la carga más grande del mundo que le podrías dar a una anciana; cuidar de su nieto huérfano mientras que ella misma se tiene que mantener sola».

"Huérfano". No es normal el asco que me sigue dando decir esa maldita palabra.

-¿Cómo te fue en tu entrevista de trabajo, hijo? -suspiro pesadamente con ganas de decirle que ahora mismo no tengo humor para explicar lo que ha pasado. No quiero tener que decirle que la he cagado de nuevo...

Me levanto del sillón para acercarme lentamente y envolverla con mis brazos, con la vergüenza acabando conmigo desde los pies a la cabeza-. Ya pronto Maggie, te prometo que conseguiré un trabajo estable y te podré comprar esa cafetera que tanto quieres ¿Vale?. Confía en mi, solo te pido que esperes un poco más, por favor. -la culpa me perfora el pecho repetidamente. Me siento terrible al no poder devolverle el gran favor que me hizo al tenerme en su casa y cuidarme como si fuera su hijo cuando sucedió lo de mis padres. Me separo un poco de su hombro y al ver que ella había bajado la cabeza hacia un lado denotando su tristeza «O lástima» por mi, terminó de romperme el alma. Se da cuenta de mi expresión y sonríe.

-No sabes cuánto lo siento cariño, no debí preguntar eso. No le hagas caso a tu tonta abuela. Yo sé que estás haciendo lo mejor posible...

-Maggie, por favor, no digas esas cosas. ¡Tú eres la persona más lista que he conocido!. Es mi culpa que tu vida se haya vuelto un desastre.