❝𝘚𝘦ñ𝘰𝘳 𝘒𝘪𝘮❞ ╰► 𝐽𝑖𝑛𝑁𝑎𝑚

O6

—¿A donde crees que vas?...

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recorcholis.

Ahora mismo mi cuerpo se paralizó, estaba temblando por primera vez en mi vida, podía sentir incluso cómo mis piernas se convertían en gelatina.

—Joven Kim —Mi cuerpo se estremeció, pero aun a seguía en la misma posición anterior, con mi pie en un escalón.

—Mhg —respondí apenas podía, mi garganta estaba seca y temblorosa.

—Dese la vuelta ahora mismo

Aiñ ño por favor.

Baje mi pierna de el escalón escalón como pude me di la vuelta, con la cabeza cabizbaja mientras cerraba mis puños y mis ojos con fuerza.

Diosito soy yo de nuevo.

—Lleven lo a mi oficina. —Podía oír los pasos de él Señor Kim alejandose, pero podía oír como los dos guardias venían hacia mí.

Sentí dos enormes brazos músculos tomando cada uno de mis brazos.

Que clase de fantasía es esta Dios mio.

[•○•]

En medio del camino pasamos cerca de la cocina y unas donas de chocolate me estaban haciendo ojitos.

—¿Puedo ir por una dona? —Pregunte a los dos guardias que estaban a mi dos costados.

—No.

Dijo un alto moreno. Fruncí el seño mientras seguía observando aquellas donas.

—Solo una, no le diré nada al Señor Kim. —Rogué un poquito.

Ambos intercambiaron miradas, el moreno alto solo asintió con la cabeza dándome permiso de ir.

—Tráeme una.

—Que sean dos. —Dijo el segundo guardia que ni había hablado.

Solo asentía con mi cabeza mientras corría como niño pequeño hacia las donas de chocolate.

▪︎○▪︎

Ya estaba en frente de las enormes puertas de la oficina de SeokJin. Con ambos guardias a lado de ambas puertas.

Dios en ti confío.

Tome una gran bocanada de aire para tomar valor antes de entrar. Con pasos temblorosos ingrese adentro de aquella oficina fría y un poco oscura.

—Joven Kim siempre se debe de tocar la puerta antes de entrar. Regrese y haga lo.

Piquese el culo mejor imbécil.

Sin decir nada salí y de nuevo enfrente de las enormes
puertas toque con mi puño.

No puedo creerlo, ya estaba adentro que no chingue.

—Pase.

"Pisi" ta bueno.

Y de nuevo ahí voy, ingresando a la oficina, que por alguna razón estaba más fría. Lo único que se veía era el enorme escritorio, gracias a algunas lámparas de ahí.

—Venga acá Joven Kim. —con los pasos temblorosos me dirigí hacia su escritorio.

—¿S-señor Kim? —Hable con la voz temblorosa viendo directo a la silla de cuero negro de el Señor Kim. Esperando que se volteara o algo asi.

Senti unas enormes manos tomar mi cintura. —¿Creías que no me iba a dar cuenta? ¿Mgh?.

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Uyyy me tembló la cola.
Bueno ya, después subo los otros 2 capítulos jejksjrkwjcs

Disculpen las faltas ortográficas.

Sigan votando y comentandooo.

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—jjk•Kth1