NARUTO REY DE LAS SOMBRAS

El quinto

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Las chispas saltan por el campo de batalla el corte fue limpio rápido apenas visible el viento movía las copas de los árboles.

Te mueves rápido y usaste las sombras pero aun te falta mil años para ganar a tú sensei. - el viejo detuvo la katana solo con un dedo se movía rápido apenas se podía ver.

Una pelirroja miraba atentamente el combate ella puso su mano en su pecho sabía que el rubio se esforzaba el triple o hasta quíntuple pasaba noches y días entrenado.

Un corte partió el cielo había despejado aquel día nublado su padre había ganado otra vez, ella corría para curar sus heridas su mirada de furia y de impotencia al saber que él anciano le había ganado una vez más.

Si no hacía algo jamás saldrá de aquella isla había entrado duramente esos tres años había aprendido todo sobre el viejo y su clan.

Ella le lavo sus heridas empezó a curar sus heridas lo miraba atentamente al principio se negaba pero después de su insistencia el dejo que hiciera lo que le de la gana.

Si quieres ganarme niñato tendrás que ir a la montaña de los dioses se dice que en aquel lugar se oculta algo. - su hija le aventó una venda con sangre.

Padre!! Es un mito sabes que nadie a vuelto de aquel lugar enviarlo es de seguro su muerte segura. - pero al ver que el rubio que se ponía de pie sabía que no podría convencerlo así que se fue por su equipo shinobi.

Oye espera!.- decía la pelirroja corría rápido para alcanzar.

En Konoha.

Mitnato miraba el techo miraba sus manos sabía qué su sueño se volvió realidad desde se puso de pie.

Que piensas tanto. - el tercero se preocupa mucho por el cuarto.

Ya lo pensé mucho después de todo tengo una vida quiero retirarme descansar y vivir junto a mi familia quiero que otro ocupe mi lugar ya se quien podría ser. - decía con una sonrisa después de todo pronto regresaría toda su familia y quería pasar con ellos un tiempo.

El viejo mono dió un respiro después de todo quería lo mejor para ambos asi que se puso de pie y se retiró.

Minato kun preparé todo para tú retiro después ya hiciste mucho por la aldea. - lo decía con una sonrisa.

Un mes había pasado.

En la entrada estaban los hijos del quinto hokage parecían agotados y de mal humor.

Por su culpa viejo pervertido mira mi cara que le voy a decir a mamá.- decía un chico que ahora era todo un galán.

El solo sonrió le falta un pequeño diente nada que no pueda arreglar con algo de dinero.

Abuela no se a quien le debo tanto me hizo adicta a las apuestas ahora no puedo parar sabe que le voy a decir a mis padres. - ellas miraban a todos lados los habían perdido después de todo.

Al ver tan arreglada la aldea se pusieron contentos parecía celebrar algo importante al llegar a la torre miraban como su padre entrega aquel sombrero tan importante y ahora lo traía otro.

Así que el gaki lo logró. - decía una azabache quien traía aun puerquito entre sus brazos.

Esa baka lo hara bien es ahora de entregarte solo diremos que su entrenamiento fue el mejor.

Ellos corrieron a la torre hokage cada sannin se fué por su lado aún tenían que huir de sus propios proyectos.

En uzu.

El rubio había logrado vencer a su viejo maestro el se apoyo con el mango de su katana su cuerpo tenía cortés aquel viaje lo hizo fuerte.

Jajajaja al final lo hiciste. - el anciano caía, el corté de su pecho era profundo.

Padre!!. - ella corría para ayudarle. - resiste puedo curar...

Silencio hija mía tengo algo importante que decirle. - el rubio se puso a su altura para poder escuchar. - hoy después de tres largos años lograste algo importante vencer al líder uzumaki y hoy te nombró como mi sucesor se qué tu podrías guiar a mí clan esta isla y mi clan es todo tuyo úsalo sabiamente.

Miró a su hija y por primera vez hizo algo que jamás podría ver.

Cuidala mucho ella es la última joya que me queda quiero que sea feliz.- el rubio solo miraba al anciano parecía irse feliz.

Si quieres quitar el sello que protege a uzu sólo usa tu sangre y crea otro ahora tú eres él líder del clan uzumaki. - lentamente los ojos de aquel viejo se fueron apagando.

Di algo. - decía en voz baja el rubio pero no salió nada ni una lágrima ahora entendía que era un demonio.

Ese gran día uzu se vistió de blanco despedían con fuego a su líder y miraban todos aquél rubio su hija lloraba pero el rubio jamás la dejo el solo la abrazo.

El rubio se sentó por primera vez en aquél trono no sabía que hacer o decir lo que sabía era pelear y destruir pero un abrazo lo tomo por sorpresa.

Seguro que tienes que ir al mundo te puedes quedar aquí y nosotros te ayudaremos. - decía la pelirroja pero el la separó un poco.

Estamos en una isla los recursos son limitados mi plan es expandir ahora los demonios están entrando a tu clan... - ella le puso sus dedos en sus labios.

Nuestro clan ahora perteneces aquí pronto la flota estará terminada y podremos ir s cualquier parte. - el rubio solo se puso de pie antes de verla.

Es cierto pero eso es el principio quiero que alguien se quede aquí para llevar a uzu a un nuevo nivel.- decía sonriendo.

Si hay problemas solo activa el sello y yo estaré aquí al instante además te dejo con uno de mis generales de mejor rango.- ella le dió un beso en sus labios.

Quiero entonces un regalo entonces. - el rubio vio la puerta y la ventana, ella dió un chasquido todo su energía se esfumó. - esta vez no Naruto uzumaki.

Las luces se apagaron una pequeña oveja fue devorada por un hambriento lobo.

Un bote se aleja de aquella isla un rubio con marcas y mordeduras visibles parecía que fue atacado por un animal salvaje.

Ella miraba como el pequeño bote se alejo sabía que ahora el era suyo una uzumaki solo ama una vez y está unida a el por toda la eternidad dio un respiro y se fue de aquel lugar tenía mucho trabajo.