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¿Qué es un hogar?, Puede ser un lugar, personas, o simplemente un estado de la mente, no me malinterpreten, amo a mi familia. Estoy orgulloso de lo que soy y de dónde vengo, pero tengo la creencia de que no conocí esa magia del hogar, de sentirte seguro hasta que la conocí a ella, hasta que vi esos ojos con un color similar al jade, hasta que vi su sonrisa única que demostraba amabilidad y contagiaba alegría, ahí fue donde supe que me dolería hasta el alma si me acercaba a ella, si volvía a hablarle, si volvía a ser su amigo, pero creo que ella no es alguien de quién no puedes huir, toda esa felicidad que derrocha te atrae de cualquier forma pero si les soy sincero, yo desearía no haberla visto de nuevo, desearía que ella jamás hubiera regresado, tal vez así podría vivir mi vida solitaria tal y como la tenía planeada desde un principio

Año 2012 - Algún pueblo de Arizona

Yo apenas era un niño, tenía 8 años en aquel entonces, estaba cursando la primaria, comenzando mi tercer año, todos en mi clase era justo lo que imaginarias de niños de primaria, desastre por todos lados, niños haciendo cosas asquerosas y más, pero ese día llegarían compañeros nuevos a mi clase, en total fueron 3, a los primeros 2 no les puse mucha atención por qué pasaba de todo, no porque me creyera un emo antisocial desde pequeño, simplemente estaba metido en mis historietas de Spider-Man y dibujando muñecos de palos muy mal hechos, pero justamente levanté la cabeza un segundo cuando llegue la tercera chica y era justamente ella, cabello lacio y rubio, tez blanca como un papel y una sonrisa de inocencia que destacaba sobre todo lo demás, al presentarse como cualquiera dijo cosas que le gustaban, un par de cosas sobre ella y procedió a sentarse, quedé embobado, era apenas un niño, no sabía lo que paso conmigo en ese instante pero estoy muy seguro que se ruborizó mi cara.

Ella era la sensación del salón y luego de toda la escuela, era única, había niñas lindas, pero ella estaba muy por encima de todas las demás, jamás fue irrespetuosa con nadie, una niña de diez, yo siempre fui de perfil bajo, tenía un par de amigos incluido mi amigo Finn (exacto como esa serie de un niño y su perro), pero nada del otro mundo. Hasta que paso lo que algunos llamarían una bendición, Tuve que hacer un trabajo en equipo con ella, era algo tan sencillo como pintar un par de cosas y hacer una exposición así que decidió invitarme a su casa.

Lo que podrías esperar de alguien como ella, una casa grande, lujosa y limpia, fue allí donde nos comenzamos a volver buenos amigos, congeniamos en diferentes cosas, entre ellas Spider-Man, ambos amábamos a su variante 2099, hicimos nuestra pequeña exposición, sus padres me trataron bien, comimos snacks y el día que teníamos que pasar lo hicimos excelente, me sentía seguro haciendo las cosas si ella está cerca, pero en ese momento aún no lo sabía, me dije a mí mismo que fue todo cosa mía. Después de ello ambos celebramos en su casa, estaban tanto mis padres como los de ella. Comenzamos a pasar más tiempo juntos, todos nuestros trabajos en equipo los hacíamos ella y yo, no fue tan rápido como lo cuento, tomo su tiempo, pero nos volvimos inseparables, éramos los mejores amigos, una amistad que duraría más que solo unos meses, comenzaron a pasar los años y nos graduamos de la primaria, ambos con honores ya que ella siempre me ayudó con mis deberes.

Un par de meses después Comenzamos la escuela secundaria, todo iba viento en popa, ambos decidimos entrar a la misma escuela y fuimos aceptados, realmente desearía que todo hubiera sido igual desde el inicio hasta el final de nuestro paso por aquella escuela. Ella se preocupaba más por mí, se ponía más atenta en mis cosas y decidía incluirme en todo lo que hacía, eso a mí me ponía muy feliz por qué era mi mejor amiga, la persona a la que más quería en el mundo.

Ella al igual que siempre fue casi una celebridad dentro de la escuela, esa vibra que a todos les fascinaba y estando un poquito más mayores muchos chicos se le declaraban, yo realmente jamás sentí celoso ni nada por el estilo, al contrario yo la apoyaba por qué había chicos tanto buenos como malos, por mi parte todo el primer año recibí cierto grado de bullying por estar siempre cerca de la chica más popular de la escuela cosa de lo cual ella se enteró hasta iniciado el segundo año, se enojó como nunca, hasta yo me asusté de tal enojo, toda la escuela lo supo y en parte le agradezco por ello pero siento que se sobrepasó un poquito, al final dejaron de molestarme y agredirme, mucho de ellos se volvieron mis amigos, pidiéndome consejos para enamorarla a ella y yo encantado lo hacía, jamás la vi como algo más que mi hermana mayor a pesar de que teníamos la misma edad.

Ella siempre los rechazaba exceptuando uno que no era nada del otro mundo, algo guapillo el tipo y realmente ella le dio una oportunidad por qué yo se lo pedí pero eso no duró más de un mes y volvió a estar pegada a mí, si en ese momento me hubiese dado cuenta no sé qué habría pasado, de sus sentimientos reales, no sé cómo habría reaccionado por qué jamás tuve una novia, ella era la chica más cercana que tenía pero era como familia para mí, tal vez la hubiera rechazado o tal vez no, aún era muy infantil incluso para estar cerca del último año de secundaria.

Semanalmente se le declaraban chicos de los 3 grados, yo ya estaba acostumbrado y muchas veces compraba snacks para ver cómo los rechazaba, en una de esas ocasiones mientras veíamos el atardecer sobre el techo de su casa le pregunté ¿por qué siempre rechazas a todos? muchos se ven como unos partidazos de alto nivel. Allí mismo me contestó, podré ser muchas cosas, pero no soy el amor de la vida de ninguno de esos chicos, aceptarlos solo retrasaría su búsqueda por esa persona que los hará felices hasta el día que sean ancianos y estén arrugados, después de esa última frase soltó una pequeña risa. Además, no son lo que yo quiero. Entonces le respondí: ¿Pero ¿cómo lo sabes? tal vez y conociste al amor de tu vida y lo rechazaste.

Tú lo dijiste, tal vez ya lo conocí. Me miró a los ojos y me sonrió de la forma más sincera y cálida posible.

Amanecer: almas conectadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora