Capítulo 5

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Íbamos en su auto, camino a no sé donde, no me importaba donde...

Sinceramente me sentía avergonzada por haber estado semi-desnuda frente tantas personas. No medí mis actos, pero también me sentía bien y orgullosa por lo que había hecho, me había hecho respetar y no dejé que me pasaran a llevar.

-Todo esto es raro- habla Dany rompiendo el silencio

-Me había olvidado que estabas ahí- ups... creo que la cortesía no es lo mio

- Te acabo de salvar de una humillación pública más grande de la que ya estabas ,y ¿Es lo más amable que me puedes decir?

-Si.- Respondo

-Yo en tu lugar además de sentirme mal, estaría preocupada

-¿Por qué?

-Un chico, una chica, en una auto, la chica semi-desnuda ¡mmm!  No sé tú pero me huele a sexo.

- No lo creo.- respondo, Dios se me había olvidado, no sé donde se ha ido mi yo interno pervertido, aunque me cueste aceptarlo también creo que hay tensión entre nosotros y Dios este chico tiene buen trasero. Me estoy desviando del tema, vamos, vamos concéntrate en estar seria.

-Hemos llegado- dice Dany afuera de mi casa ¿Cómo sabe donde vivo? ¿Será un psicópata? ¿Cómo hará para tener los dientes tan blancos? ¿Será un delito golpearlo para sacarle esa sonrisa de estúpido?.

Me bajo rápidamente del auto y me despido moviendo la mano de un lado a otro, Dany me guiña el ojo y hace partir su auto para irse en seguida.

Subo inmediatamente a mi habitación, no hay nadie en casa, mejor así no le tenía que dar explicaciones a nadie sobre lo sucedido. Después de esto creo que tendría que controlar mis impulsos, si no me metería en bastantes problemas .

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Al siguiente día decidí levantarme más temprano de lo normal, para poder ir caminando a la escuela y evitar preguntas incomodas, tenía miedo, no quería decepcionar a nadie y era lo único que estaba logrando ¡Bravo Emily huyendo de tus problemas de nuevo, que valiente!. No sé por qué tenía esta sensación de culpa, yo no había tenido la culpa, cuando estuviera lista para hablar y con un discurso listo para explicar cada cosa que me pasaba, iba a hablar.

Llegue a la escuela un poco cansad, ya que, mi casa quedaba a 30 minutos de la escuela, cuando entre faltaban 15 minutos para que tocara el timbre, me dirigí al salón que me correspondía y me senté en los asientos del fondo, me recosté en la mesa y me dispuse a dormir. Estaba en un profundo sueño cuando sentí un gran peso caer sobre mi, me desperté exaltada, trate de levantarme pero no pude ya que alguien estaba sobre mi, ladee mi cabeza para poder ver quien era.

Era Daniel

-¡¿Que crees que ases imbécil?! ¡Casi me matas del susto! ¡bájate pesas mas que una vaca!-le grite enojada, nunca me a gustado que me asusten, siempre ase que me ponga de mal humor, una ves cuando pequeña estaba jugando con mi hermano a las escondidas, estaba escondida tras la puerta de la cocina, las luces estaban apagadas, ciertamente tenia miedo, suena estúpido pero es la verdad, desde aquí escuchaba como mi hermano me buscaba, de pronto me distraje y mi hermano me encontró y me asusto asiendo que me orinara, entiendan me era pequeña, desde hay que no me gusta que me asusten.

-No- Dijo Daniel aun con los ojos cerrados

-¿¡Que?! no...seas... idiota... no me dejas respirar- dije tratando de fingir que me faltaba la respiración

-Esta bien- dijo Daniel con desagrado y soltando un pequeño gruñido , se levanto, cuando lo vi me puse a reír como loca, el me miro confundido

-¿De que mierda te ríes?- dijo

-De tu cara de zombie- dije y me puse a reír nuevamente

-¿Sabes? eres muy bipolar- me dijo con una sonrisa. Realmente se ve muy sexy cuando sonríe, deje de mirarlo y tape mi cara con mi cabello para disimular mis mejillas sonrojadas por mis pensamientos

-¿Porque te sonrojas?- pregunto con un tono de burla,

-Por nada que te importe- dije y con una madures infinita le saque la lengua, el soltó una pequeña risa que iso que me diera un pequeño hormigueo en todo el cuerpo, que mierda me esta pasando? a mi nunca me pasa esto... ese idiota no me va a ganar.

-¿Porque mierda estabas encima mio?- le dije cambiando de tema

-Pues la verdad es que cuando entre al salón te encontré durmiendo y me senté a tu lado para molestarte, pero como te vi tan relajada durmiendo decidí no molestarte, después de un rato me dio sueño a mi también así que me acomode junto a ti y para serte sincero eres muy cómoda, eres como una almohada- dijo y me guiño un ojo, automáticamente me sonroje, no tengo ni la menor idea porque.

-Cambiando de tema, ¿que hora es?-dije tratando de esquivar el tema

-Pues es la hora del almuerzo así que ¿vamos?-dijo recogiendo sus cosas

-Espera un minuto... ¡¿me dormí casi todo el día?!- dije un tanto sorprendida

-Pues si... ¿sabes?, deberías dejar de reclamar tanto, pareces una vieja gruñona- dijo, le saque la lengua

-No- dije con el ceño fruncido

-Ok... como quieras, vamos a almorzar tengo hambre-dijo caminando asía la puerta del salón

-Espera... ¿me estas invitando a almorzar contigo?- dije con un tono burlón

-Pu...pues-dijo nervioso y revolviéndose el cabello- ta...tal ves- e sonrojo, no lo puedo creer Daniel Brown, el Mr. popular de esta escuela, el engreído poseído por el dios del ego, esta sonrojado ¡y es por mi!, no pude mas y estalle en carcajadas, el me miro serio

-¿De que te ríes ahora?- dijo

-Pues... pues de que te sonrojaste solo por invitarme a almorzar- me reí aun más.

-No tiene nada de gracioso- dijo un serio

-esta bien, esta bien, no te enojes-dije parándome y recogiendo mis cosas- vamos antes de que toque el timbre-dije caminando hacia el

-Ok, las damas primero- dijo abriendo la puertas para que pasara.

-¿Que?,¿ahora te crees un caballero?- dije pasando por su lado

-Trato de ser amable y ¿así me tratas?- dijo cerrando la puerta

-Si claro, como digas- dije rodando los ojos. Cuando llegamos a la cafetería el fue por nuestra comida mientras que yo buscaba una mesa para poder comer, encostre una en el fondo y me dirigí a ella, me senté a esperarlo, cuando llego me paso mi comida. Tenia tanta hambre que ni siquiera lo mire y solo me dispuse a comer como si no hubiese comido hace días.

-Párese que tenias hambre- dijo Dany rompiendo el silencio que se había provocado entre nosotros, levante la mirada, el le dio una mordida gigantesca a su hamburguesa

-Pues es obvio, no he comido en todo el maldito día- dije un poco grotesca, el solo se rió y siguió comiendo.

Después de eso el almuerzo se torno divertido. El hacia y decía cosas que me hacían reír. Ademas nos conocimos un poco mas, ya saben cosas básica, como su color favorito, su banda favorita, etc. no pensé que tuviéramos cosas en común.

Este chico me sorprende cada día mas.

Una nueva estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora