||Lα ғιeѕтα||

62 6 4
                                    

En ese escondite que habían encontrado, Chris se levantaba teniendo una gran marca desde detrás de la oreja hasta el pecho de quemadura. Acarició el cabello de su novio y le dejó seguir durmiendo.

Fue al baño lavándose la cara y mirándose al espejo, se contuvo y se fue a comer algo. Mientras desayunaba las cálidas manos de Seungmin acariciaron sus mejillas.

–Deberías descansar Minnie. – le miró Chris dedicándole una sonrisa.

–Ya no quiero dormir más, he dormido ya suficiente. – besó su mejilla sentándose a su lado. Chris le miró sonriendo.

–¿Has hablado con tu hermano? Te volvió a llamar anoche. – le dijo Seungmin sirviéndose algo de comer. Chris negó.

–No... Todavía no... – se sinceró, Seungmin agarró sus manos acariciandole.

–Sé que es difícil después de todo... Pero no quiero que nuestro hijo crezca sin su tío... – le dijo Seungmin, Chris suspiró.

–Intentaré hacerlo, ¿vale? – Seungmin sonrió y besó la mejilla de Chris.

Mientras tanto, Minho se despertó despacio mirando a Jisung que estaba despierto acariciandole. Una leve sonrisa se formó en el rostro de Minho abrazando más fuerte a Jisung.

–Buenos días bello durmiente. – le dijo Jisung sonriendo, Minho le sonrió.

–Buenos días Sung... – se dieron un pequeño beso y ambos quedaron abrazados un rato.

Al poco rato Minho como medianamente pudo se puso la ropa. Jisung reía desde la cama.

–Siempre... Siempre igual... – se quejó Minho, Jisung rió más y se levantó a ayudarle, le besó abrazando su cintura haciendo que Minho correspondiera y se pegara a él sin ser capaces ninguno de los dos de separar el beso.

Jisung acorraló a Minho contra uno de los muebles y el contrario se sentó en este mordiendo el labio del menor.

–Sunggie tengo que irme... – susurró Minho entre besos, Jisung asintió separando el beso.

–¿Nos vemos luego? – preguntó Jisung ayudandole a vestirse.

–Sí de hecho... Esta noche hay una fiesta en el muelle, de algunos de nuestra especie, podrías venir. – Jisung sonrió asintiendo.

–Está bien, nos vemos. – se despidieron y Minho se dirigió rápido al trabajo.

Fue un día bastante aburrido y largo, una dura jornada donde no sabía cómo no había matado a su jefe de las veces que le había hecho enfadar. Pensó que tal vez con la vuelta de Jisung controlaba su fuerza y poder, ya que Jisung le relajaba, le serenaba.

Cuando volvió a casa por la tarde, un chico salía de su piso, entró rápidamente en casa encontrándose a Taeyong recogiendo el salón. Rodó los ojos pero no le dijo nada sobre el chico.

–Hola Minho. – le saludo Taeyong, Minho le miró sonriendo leve.

–Hola, ¿qué quieres de comer? – le preguntó dejando las cosas y rascando su cuello, tenía un chupeton cerca del tatuaje.

–Me da igual, lo que hagas estará bien... ¿Qué te ha pasado en el cuello? – Minho fue rápidamente al baño a mirarse abriendo sus ojos como platos.

–Nada... Un mosquito... Voy a hacer la comida. – se fue a la cocina a hacer la comida mientras que no dejaba de pensar en Jisung.

¿Debería volver y poner en riesgo a todos? ¿O por el contrario quedarse y seguir con esa vida criminal?

Cuando sirvió la comida y se sentó a comer, Taeyong le miró.

–Esta noche tendrás una sorpresa. – sonrió Taeyeong,Minho le miró sorprendido.

–Vaya... Pues me acabas de sorprender incluso. – rió, su novio le besó y correspondió al beso, Minho agarró sus mejillas besandole.

Sabía que estaba mal, se había acostado con alguien el día anterior pero sabía que Taeyong no era mano de Santo. Que seguramente había estado teniendo sexo con el otro chico que se había ido.

Pero ambos se necesitaban el uno al otro para taparse mutuamente.

Por la tarde casi de noche estaban preparándose, Minho estaba inseguro de qué llevar, quería sorprender a Jisung pero no sabía cómo. Suspiró poniéndose lo primero que pudo agarrar y se miró varias veces, se arregló el cabello y sonrió mirándose.

–Perfecto. – salieron de la casa y al llegar a la fiesta, Minho estuvo esperando a ver a Jisung aparecer.

Estaba muy nervioso de verle de nuevo. Sintió unos brazos rodear su cintura, se dio un susto mirando hacia atrás encontrándose con el angelical rostro de Jisung.

–Estás precioso Honnie. – susurró Jisung en su oído.

–Eres un idiota que me sonroja demasiado. – le dijo Minho dándose la vuelta mirándole a los ojos, Jisung acarició su mejilla dándole un beso.

Minho sonrió y acarició los labios de Jisung mientras que este le agarraba la mano, volviendo a sentir ese fuerte sentimiento que ambos tenían. El amor que se tenían era muy intenso, y lo que pensaba Jisung de que ya nada era lo mismo se desvaneció.

Se sirvieron algo y se sentaron juntos. Al poco rato Taeyong se acercó a ellos, Jisung al verle se levantó rápidamente poniéndose delante de Minho que se levantó asustado.

–Lárgate. – le advirtió Jisung, Taeyong rió.

–Así que, ¿has vuelto? Que bien, ya sé quién es el que tenía el corazón de Minho tan agarrado. – sonreía Taeyong, Jisung agarró la camisa de Minho conteniendose y protegiendole.

Minho le pedía con la mirada a Taeyong que se fuera o que al menos se estuviera callado.

–Es curioso... Porque... Minho es mi novio, así que aquí el que sobra eres tú Jisung. – el nombrado miró rápidamente a Minho quien tragó saliva.

–Sung... – intentó hablar, pero Jisung le dio un empujón y comenzó a andar, Minho le siguió.

–Jisung... Deja que te... – se llevó una fuerte bofetada, Jisung se llevó las manos a la boca.

–Lo siento... Es que... ¿No podías decírmelo? – se empezó a enfadar.

–No lo veía importante Jisung... Yo... – no le dejó hablar.

–No claro no es para nada importante que estas con otro... Y nos acostamos anoche, ¡¿en qué pensabas Minho?! ¡¿No te satisface y por eso decidiste acostarte conmigo?! ¡Claro! ¡¿Qué vas a sentir por mi después de tres años si eres un puto frío sin sentimientos?! – le gritó Jisung, los ojos de Minho se llenaron de lágrimas.

–Claro... Eso es lo que soy... ¿Sabes qué? No pienso volver Jisung... Vete a casa... Esta es la mía ahora. – Jisung le agarró de la camisa mirándole con enfado.

–Pues espero que te vaya muy bien... Que te proteja él, a ver cómo acabas. – le tiró al suelo, las lágrimas salieron de los ojos de Minho al ver como se iba.

–Hasta para ti soy un frío... – susurró para sí mismo, se levantó mirándose a sí mismo llorando. Se levantó y se fue de ahí.

Mientras iba de camino a casa se empezó a debilitar, cayó de rodillas al suelo viendo borroso.

–Shh ya está Minho. – le acarició alguien, entonces cayó completamente dormido...

Ⲉⳑ ⳏⲉⳑⳕⳋⲅⲟ 𝖽ⲉⳑ 𝖽ⲅⲁⳋⲟⲛ {ⲎⲁⲛⲔⲛⲟⲱ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora