Quién lo diría, que él llegaría hasta aquí solo por.. Uh, ¿venganza? No sabía si le podía llamar así siquiera.. Alex nunca hizo nada para enojar a Haru, o bueno, no conscientemente, ¡él no tenía la culpa de que le gustará ella y que ella le gustará él! Fue solo.. Como fue, destino se atrevería a decir, y ahora tenía enfrente a Haru apuntándole con una pistola, vaya que esto era.. Eh, ¿viejo? Bueno, no lo culpaba, Haru sea como sea estaba viejo, ese pensamiento lo hizo reír levemente.
"Dios.. No cambias, idiota.. Estoy apuntándote con una pistola, tengo tú vida en mis manos.. ¿Y aún así no te lo tomas en serio..?" Vio como Haru hizo una mueca de desagrado.
"¡Huh! Nunca me ha importado tanto vivir de todos modos, además, sabes que jamás..~ Me tomaré nada en serio, demasiada seriedad para mi gusto." Negó levemente con su cabeza, vaya que incluso con todos los años que han pasado, su relación y respuestas siguen siendo las mismas, ¿verdad?
Escucha a Haru chasquear la lengua, lo que hace que salga de sus pensamientos.
"Eres un imbécil. Me alegra por fin poder librarme de ti. Siempre fuiste un estorbo, e igual ella solo te utiliza... Que mueras es lo mejor, ojalá simplemente te hubieras suicidado, pero no quisiste..." Haru ladea ligeramente su cabeza, antes de apuntarle a el brazo de Alex y disparar, así con todas las extremidades. " Espero que sufras en el infierno de dónde vienes." Fue lo último que escucho a Haru decir, antes de que éste le disparará en el pecho, causándole un inmenso dolor.
"¡Tch!" Hizo una mueca de dolor, mierda eso dolía.. ¿Así es como se siente ser disparado? Dios, que puto lío. "¡E-espero verte e-en el infierno t-también, H-Haru!" Su voz temblaba, no era porque le dolía hablar o le tuviera miedo al contrario, más bien era porque le costaba respirar, asumió que el último disparo lo recibió en uno de los pulmones, aún así, a pesar de todo, hablo, no podía no hacer una última broma a su rival, ¿no es así? Le dio una pequeña sonrisa, a lo que Haru solo lo vio con asco, antes de caer inconsciente por la perdida de sangre.
"Púdrete, nadie te necesita."
Todo le daba vueltas, su cuerpo dolía como una perra, además podía ver de reojo como estaba rodeado de un líquido carmesí, ¿cómo siquiera llegó a este punto..?
¿Era solo él o.. estaba muy frío..? Tenía tanto frío, que podía sentir su cuerpo temblar levemente, ¿por qué estaba tan frío..? Bueno, eh.. Estaba un poco ¿oscuro? Le era difícil ver, pero podía medio distinguir que era de noche. Igual eso era raro, en este lugar era verano, incluso si estuviera de noche, no debería hacer tanto frío como él está sintiendo ahora.
Quiso hacer un intento de levantarse de donde sea que estuviera, cosa que hubiera hecho si no hubiera escuchado unas voces yendo justo hacia él, siempre había tenido un buen instinto, y su instinto ahora mismo le estaba gritando que no se moviera, que actuará como si estuviera muerto. Su instinto nunca ha fallado, a decir verdad.. No tenía buena espina sobre esto, supuso que fue por estar rodeado de ese líquido carmesí, el cual probablemente era sangre.
¡No pienses en eso ahora, idiota!, se regaño a si mismo, este no era el momento para estar pensando en esas cosas, dejo de moverse, calmó su respiración para que no fuera notable, y cerró sus ojos, esto era casi como actuar estar dormido para que su madre no lo golpeará.
Escucho las voces más cerca, mas sin embargo, no podía reconocer nada de lo que decían, para después de lo que pareció una eternidad para él, escuchar como las voces se desvanecían, antes de dejar el lugar en silenció, como estaba antes, bueno, eso le daba tiempo para pensar, ¿cómo carajos había llegado a esta situación..?
..."Púdrete, ¿acaso puedes ser más idiota..?"
Lo recordó ahora, le habían disparado, ¿cómo mierda se había olvidado de eso..? Bueno, suponía que era porque no le podía importar menos su vida, realmente. Le costaba respirar y no podía pararse, así que esté era su final, un final horrible en el cual no se podía despedir de sus seres queridos, ese sentimiento de amargura se hizo presente, generalmente no lo sentía, o se concentraba más en el sentimiento de ira que siempre estaba presente en su pecho.