Por favor, elígeme... [Jensoo] (TwoShot)

Por favor

El ambiente se sentía claramente tenso.

Chaeyoung estaba odiando la forma lasciva en la que su hermana estaba mirando a su prometida, pero más le molestaba que le hablara con tanta normalidad. ¿De dónde sacó esa confianza?

Odiaba demasiado a su hermana mayor. Siempre fue la oveja negra de la familia, con su estilo de tan poca clase, sus posturas al caminar o sentarse, su pesado humor e incluso su trabajo tan poco reconocido como artista. Oh, y ni hablar de su motocicleta o sus tatuajes, porque para su familia, eso la hacia ver como una delincuente.

Simplemente la deshonra de su familia.

—No sabía que se conocían —murmuró la rubia con desagrado.

—Oh, sí. Hace tiempo que nosotras… nos conocemos —sonrió con diversión Jisoo.

Mientras que Jennie. Bueno, ella era un manojo de nervios.

—Si, jejeje, hace tiempo nos hicimos amigas. No debes preocuparte de nada cariño. Hace tiempo conocí a Jisoo en una conferencia, sabes que ella trabaja como artista, le pedí que me ayudara con unas esculturas para el evento —posó su mano sobre su rostro para que la mirase a ella y no la burlona mirada de la pelinegra—. Puedes ir a trabajar, se te hará tarde.

—No quiero dejarte sola con ella. A veces mi hermana puede ser una pesada y molesta.

—Descuida, se manejar esa clase de personas. Ve con cuidado.

La más alta entrecerró sus ojos para mirar con advertencia a su hermana sobre lo que pasaría si tan solo se intentaba meter con su novia, pero luego besó con cariño a la más bajita y se despidió de ambas para finalmente irse.

—¡¿Qué haces aquí?! —le arrojó la almohada a la cara en cuanto estuvieron solas y Jisoo intentó besarla.

—Vengo a verte, ¿no es obvio?

—Te dije que no quería volverte a ver.

—Oh vamos, no me digas que anoche no la pasamos increíble. Porque la forma en la que me besabas y te movías me dijeron lo contrario.

El rostro de la pelinaranja ardió y no dudó en arrojarle otra almohada en la cara.

—Basta —rió de sus tiernos ataques—. La que debería estar enojada soy yo. Le fuiste infiel a mi hermana.

—¡Contigo!

—En mi defensa, ni siquiera sabía que eras su prometida, en cambio tú, no deberías meterte con alguien que se te insinúa cuando estás en una relación. A menos que sea algo abierto o poliamoroso, pero no es así. Conozco a Rosé, ella jamás haría algo como eso.

—A ver Jisoo, nunca le he sido infiel a mi prometida, salvo por esta vez. Dos, no me hubiera metido contigo… ¡Si no hubiera estado tan ebria!, ¡Eres una aprovechada!

—No estabas tan ebria y si mal no recuerdo, tu misma dijiste que volverías a hacerlo una y mil veces más conmigo. Por eso nos volvimos a encontrar más noches.

—Bueno, siento informarte que ya no será así. Pronto me casaré con tu hermana, así que olvida toda clase de amorío que tuvimos.

—¿Cómo puedes decir eso? Te di las mejores noches de tu vida y dijiste que podía volver a ti siempre que quisiera invitarte a salir. Bueno, aquí estoy. Quiero salir contigo.

—Jisoo no puedo hacerlo. No es así de sencillo, pronto me casaré —quiso irse a la sala, pero Jisoo la acorraló contra la barra de la cocina—. Hablo en serio.

—Eso no te detuvo cuando me arrojaste contra la cama y me desvestiste, ¿por qué ahora sí? Sé que no la amas, esa noche supe que algo andaba mal.

Jennie suspiró pesadamente. Era verdad lo que afirmaba Jisoo.