cap. 1

24 5 0
                                    

—Me lo esperaba.

—¿Cómo que te lo esperabas? Es imposible. ¿Qué te esperabas? Oye, ¡¿pero que haces?!

—¿Que hago de qué?

—¿Porqué haces eso?

—¿¡Pero hacer el que?!

—¡La cebolla!

—Madre mia...

—¿¡Madre mia!? ¡Te voy a meter un tortazo que te voy a mandar para China como no te comas la cebolla y el maíz!

—¿Pero que te crees? ¿Mi madre?

—¿¡Pero es que quien aparta la cebolla y el maíz de la pizza!?

—Yo, ¿no lo ves? La cebolla y el maíz dan as-co.

—¿¡¿COMO?!? —da un fuerte grito de incredulidad, rompiéndole los oídos a su compañero de trabajo.

—Como lo oyes. La pregunta sería ¿a quien le gusta? Tienen una textura horrible, me dan ganas de vomitar.

—No me hables más, jamás, nunca más —dice dramáticamente levantándose del escalón en donde estaba sentado, para entrar a la tienda por la puerta de atrás, dejando solo al otro chico.

—Dios mío, ¡pero que dramatico eres! —grita la última parte para que lo escuche Mark, el cual ha dejado la caja de la pizza tirada en el suelo—. Genial ahora encima me toca recoger a mi —murmura Louis, levantándose de la escalera, agarrando la caja y tirándola al contenedor que había a solo unos cuantos pasos, para después volver dentro de la tienda.

Cuando entra, ve la peluquería vacía y a su compañero al teléfono, probablemente hablando con algún cliente que llama para reservar. Está escribiendo en una libreta y informando sobre los horarios libres, cuando de repente se abre la puerta. Un joven de ojos claros y pelo rizado está esperando en el mostrador mientras echa un vistazo a la tienda. Se topa con Louis en el camino, y este desvía la mirada hacia Mark, el cual con un gesto de cabeza, le indica que no puede atender al chico. Le responde con otro gesto, haciéndole entender que el se ocupará del cliente.

Se acerca rápidamente al mostrador, y abre el programa del ordenador en donde apuntan las reservas, para luego preguntar:

—¿Harry Styles?

—El mismo —responde con una sonrisa.

—Por aquí —dice, y acompaña al chico hacia una de las sillas giratorias, con el espejo delante, por el cual se dirigen unas miradas antes de hablar.

—¿Qué te hago? —pregunta el peluquero.

—Por favor córtamelo como quieras, solo quiero deshacerme de este pelo largo —responde, soltando un suspiro.

¿Así que no le gustaba el pelo largo, eh? No hay problema.

—Como quieras.

—Solo... No me rapes y no me dejes cabeza de huevo, por favor —termina girando la silla y mirando a los ojos azules de Louis, quién ahora está riendo.

—Tranquilo, tienes suerte de haber venido cuando Mark estaba ocupado —dice señalandolo con la cabeza sin que éste se de cuenta—. Porque sino tu cabeza ya parecería la de un recién nacido.

—Menos mal —mira hacia alante y se agarra la cabeza con horror, pero en su mirada hay un destello de diversión, el cual es confirmado por su sonrisa unos segundos después.

[capitulo no terminado]

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 09, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El PeluqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora