❀Le había costado mucho, demasiado tiempo darse cuenta de lo que realmente había pasado; pese a que alguno de sus amigos alguna vez le hubieran dejado uno que otro comentario sobre su vida, JongIn, por lo general solía evitar el tema, porque no quería «salir mal con ellos», mucho menos con él.
Con él, la persona que había abarcado cada uno de los aspectos de su vida poco a poco, sin siquiera pensarlo, sin que se diera cuenta de cómo había ido colándose en todos los rincones de su espíritu, tanto, que algunas veces como aquella, JongIn no lograba reconocerse plenamente.
¿Cómo había llegado a esa situación? Esa era una pregunta que últimamente se hacía constantemente, porque había creído ser feliz, vivir lo mejor de su vida, plenamente enamorado, sin otro fin que mantenerse con la persona que necesitaba para pasar el resto de su vida.
Y probablemente ese era un punto crucial, el hecho de que KyungSoo, el guapo y sexy hombre con el que vivía desde hacía más de dos años, se había apoderado de todo el protagonismo de su vida.
JongIn debió suponerlo a sus cortos dieciocho años, cuando recién terminaba sus estudios de la preparatoria y se disponía a marcharse a la gran ciudad para estudiar la universidad. Cuando su hermano JunMyeon volvió aquellas vacaciones con aquel hombre a la casa, se habían graduado recién de la universidad y estaban disfrutando unos días antes de comenzar a trabajar. Los dos se habían graduado con honores y habían logrado entrar a un bufete jurídico donde habían rendido su servicio con anterioridad.
El muchacho de piel morena y cabellos castaños había quedado deslumbrado por la sonrisa amplia y voluminosa de los labios del amigo de su hermano, pero el estómago se le había revuelto ―y no precisamente por alguna molestia― después de que el hombrecillo en cuestión arqueara una ceja y le dedicara una mirada que a él se le antojó bastante sensual.
JongIn había sentido su corazón retumbar cuando sus manos se tocaron accidentalmente bajo la mesa a la hora de la cena y KyungSoo, se había disculpado en voz baja y de manera tranquila por su torpeza.
Es que todo en él parecía tentarlo, la manera en que sus ojos grandes brillaban cuando le prestaban un poco de atención, cómo sus piernas se rozaban de vez en cuando, reunidos todos en la sala para ver una película antes de dormir, sus dedos tanteando los suyos en el bote de palomitas y su sonrisa que parecía aturdirlo.
Lo había hecho, porque de otra manera, JongIn no se hubiese ofrecido a acompañarlo a la tienda más cercana de conveniencia a comprar algunas cosas de higiene personal que el otro venía necesitando, tampoco le hubiese permitido caminar tan cerca suyo, con sus manos rozándose de vez en vez.
ㅡ Eres precioso, tu piel me encanta, no te ofendas... ㅡ KyungSoo hablaba en voz baja pero con ese tono seductor que lograba que los pies de JongIn se aguaran en segundos, haciendo que su respiración se acelerara. ㅡ eres tan guapo que no puedo dejar de verte.
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Tainted Love ❀ SooKai
Fanfiction❀ KyungSoo ha tenido todo de JongIn, le ha mostrado cómo es el primer amor y sus grandes sensaciones, pero también le ha mostrado que el amor cambia, duele y desgasta lentamente; que necesita correr, alejarse de él si quiere seguir siendo el JongIn...