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Fácil fue enredar mi vista en tu deslumbrante mirada, encantadora y tan armoniosamente relajante que el día se me hizo como estar ya en el pleno cielo del que todo mundo habla. No me costó nada ver eso que mis ojos tanto quisieron ver desde que sabían de ti, segundos necesité para comprobar que eras tú al devorar cada parte de ti con mi mirada, y lo digo de la manera más cursi en la que la se pueda entender. Pasaban a nuestro lado, iban y venían, pero yo solo estaba concentrado en tu belleza, tanto así que cualquier otro que te haya visto, apuesto que igual hubiera pensado lo mismo al verte pasar. Y es que el negro con tu piel te va muy bien, le das vida y haces lucir muy bien ese color que a ti solo te hace resaltar toda tu hermosura, el negro con tu piel juega a vestirte de manera tan elegante que me atrevo a decir que el no decirte lo bien que te veías, fue un pecado. Yo solo disfruté como un niño en el lodo, yo solo me dejé llevar como el hombre enamoradizo que soy y entendí el porqué otra vez me siento así ante tu ser. Yo solo disfruté de tus encantos como aquel que disfruta ver las puestas de sol en los atardeceres. Tú no luces en los días, tú haces que luzcan los días, tú desde ahora haces lucir mis días, y pienso que ahora no es uno, si no dos soles los que le dan brillo a mi presente, y no sé si ese brillo algún día acabará o algún día será para alguien más, pero hoy yo soy el que goza de ese privilegio, hoy soy yo quien goza de ti.
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Mi soledad.
PoetryLa belleza va acompañada de una personalidad, y eso a mí me atrae más que cualquier otra cosa, y esta vez, el negro le lucia increíble.