Capitulo 1

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Un niño de 8 años, se encontraba en su habitación viéndose en el espejo, con mucha concentración peinando y arreglando su cabello de hongo, su cabello es de un color rubio dorado, su hermosa piel blanca como de porcelana.

Sus ojos felinos son de un color miel, su nariz de botón y sus labios delgados de un color rosado; Sonrió una vez que terminó de peinarse y dió un pequeño brinco al bajar de su pequeño banquito, para que llegara a verse en el espejo como todos los días.

Llevaba puesto un overol de mezclilla azul cielo, llevando por delante una pequeña bolsita donde metía sus galletas preferidas, por debajo llevaba una camisa de mangas largas, con rayas de miel de abeja, amarilla y negra, siendo uno de sus colores favoritos.

Con sus zapatos negros de botín de otoño, salió de su habitación para buscar a su madre y pedirle permiso de salir a jugar con sus amiguitos.

― ¿Mami? ― hizo un pequeño puchero cuando no la encontró en la sala y camino con pasos pequeños en la cocina.

― Mami ― Sonrió al verla cortando unas verduras para la cena.

― ¿Sí, Yoonie? ― La mayor le sonrió con dulzura, cortando la última papá y poniéndolo en la olla.

― ¿Puedo ir a jugar afuera, con esperancita y Tae? ― Miro a su mamá con ojitos de cachorro, rogándole de dejarlo ir.

La mayor quitó su sonrisa y miró a su hijo preocupada, sabía que nunca lo dejaba salir de la casa y mucho menos a estas horas, a pesar que aún era temprano siendo a penas las 5, pero la mamá sabía algo que su hijo no lo entendería por su inocencia.

De hecho el pueblo también lo sabe, ellos estaban en un pequeño pueblo donde había puro campo con animales que querían, más bien parecía una pequeña granja, lejos de la ciudad, uno en dónde todos adoraban ser libres sin que nadie los reproche algo.

Pero a la vez, temiendo por la vida de sus hijos más pequeños que habían en el pueblo; cuando la mamá de Yoongi llegó a este pueblo hermoso, muchas personas le advirtieron que se fuera por el bien de sus futuros hijos.

Sin saber porque sus vecinos le decían eso, ella ignoro los malos comentarios que hacían sobre el pueblo y siguió con su vida; Cuando ella tenía 4 meses de embarazo, casi pierde al bebé cuando vió varias camionetas cerca de donde ella vivía.

En ellas habían muchos soldados subiendo a la fuerza a niños pequeños como de 6 a 10 años de edad, veía como las mamás suplicaban de no quitarles a sus hijos, los padres eran golpeados y tirados en el suelo, con una bala en la pierna para que no pudieran seguirlos, otras mamás escondían a sus hijos pequeños en las granjas, pero todo era en vano porque los soldados iban a buscarlos y subirlos a la fuerza en las camionetas.

Todo era una pesadilla para la señora Min, no podía creer lo que sus ojos estaba viendo, todos los niños y niñas, habían sido llevados a la fuerza por unos soldados que desconocían.

Era claro que no eran buenos, no sabían quiénes eran, ni de dónde venían o quién los mandaba, todo era horrible y la señora Min sin soportar ver más, se metió a su casa con mucho miedo para no ser descubierta.

Al otro día solo escuchaba lamentos, gritos de dolor, peleas, discusiones, dónde todo pareja sufría por el secuestro de su hijo y la señora Min quiso irse de ese lugar, pero su esposo tenía serios problemas con su familia.

La familia de ella no estaba de acuerdo a qué su hija se casará con un granjero, importandole poco el señor Min las amenazas que tenía por parte de sus suegros, se casaron y se fueron a vivir lejos de la ciudad después de ser amenazado a muerte.

Llegando así, al pequeño pueblo donde a la vista parecía un lugar tranquilo y hermoso, siendo así que la señora Min estuvo más atenta que nunca después de saber su lado oscuro; Habían pasado 4 años después de la horrible pesadilla que tuvo la señora Min, 4 años en dónde se confío dejar a su hijo en el patio, permitiéndole jugar con sus dos amiguitos que vivían a lado de su casa.

Escape (Kookgi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora