Plebeya

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Una tarde de invierno
Se fue mi botalla a la mar
con un mensaje de amor eterno,
una esperanza de paz para un alma
apasionada que buscaba amar.

Fueron días de incertidumbre,
fueron días de inseguridad,
pues quería ya saber la verdad.
Si un hermoso caballero me
vendría a buscar.

Las noches pasoron junto
con los días, pero el paso del tiempo
no borro de mi memoria perdida
en los deseos de querer aún más
allá después de la vida.

Mi mensaje así decía:

Sepiternos seremos,
nos fundiremos en un entreno beso,
de colores rosas pasaremos
nuestros días en el cielo.

Ven a buscarme te lo ruego,
anhelo tomar tu mano,
que el fuego arda en el páramo
de nuestros sueños alados.

En el gran cañón
aquí te espero
cuando llegue el ocaso
nos veremos.

Mi inocencia no permitió
que me diera cuenta de mi error
pues mi mensaje de amor
delato donde mi pueblo se escondió,
a los ojos de un mundo que los condeno.

Somos la raza maldita,
somos las semillas del mal,
las flores con venenos
diseñadas para matar.

Pero se equivocan
ellos no saben la verdad,
nuestros ojos color fuego
solo derriten el hielo
de quienes nos intentan
robar la paz.

Llegaste a mi encuentro
con odio y celo,
destruyendo a tu paso
la alegría de mi reino.

Esto es una declaración
de muerte para mi continente,
destruiste de mi mente
los deseos fervientes
de en tus brazos estar.

Esta guerra la buscaste
y yo por mi reina he de luchar,
pues soy una simple plebeya
que el corazón te ha de arrancar.

Poemario: 💫I wait for you☄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora