Cap6. Azul.

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Ya unas semanas después de que tuve esa pesadilla, sobre cómo lo que era mi familia en un abrir y cerrar de ojos se derrumbaba.

Después de tanto tiempo la muerte de mi hermana aún es fuerte para mí, muchos dicen que no se va el que se muere si no al que olvidan.

Y creo que tiene un poco de sentido y por eso nunca olvidaré a mi pequeña Andes.

Sigo acostada en la cama de mi habitación mirando el techo, pensando como es que desde hace tiempo Azul no se ha comunicado conmigo y ya mañana vuelvo a la escuela después del choque.

-Hija, ¿estas despierta?.- Pregunta mamá detrás de la puerta entre abierta.-

-Si mamá, estoy despierta , pasa.- Me tapo de pies a cabeza con la sabana.-

Mamá se acerca a mi y se sienta alado de mis piernas, poniendo su mano en mi rodilla y dando un pequeño suspiro para decir:

-Creo que tenemos que volver a ir al psicólogo, la última pesadilla que tuviste fue reciente y no quiero que vuelvas a caer como antes.- Me dice con voz entre cortada intentando no soltar una lágrima por medio.-

-Mamá no ocupo ir al psicólogo ya estoy bien, sólo fue un sueño ¿okey?, no seas dramática.- Me destapo la cara y miro como sus ojos están mojados.-

-Es que....No quiero perderte a ti también, con la perdida de una hija tuve suficiente, por favor no hagas esto más difícil, ¿si?.- Voltea a verme ahora si note lagrimas cayendo de sus mejillas.-

Al mirar a mi mamá así no me queda nada más que aceptar y tener que ir al psicólogo, dios no.

Mamá sale de la habitación sin decir nada más y yo continuó tirada en la cama, acercó mi teléfono y le mando un mensaje a Azul.

-Oye, ¿Estas bien? Hace mucho no se nada de ti.- Espero que me responda.-

Pero pasan los minutos y no consigo respuesta suya.

Después de la recaída que tuve con la pesadilla, empecé un poco a controlar un poco mis ataques, ya no son tan recurrentes y mi cabeza ya no está ha mil por hora.

Así que eso se ve reflejado en mi herida de la mano que ahora si está un poco mejor y ya no ocupa una bendita, ya que hace mucho no me rasco la herida.

Hace mucho que no dejó este mundo para irme al de mi mente, ya hasta extraño un poco la sensación de ese sentimiento, por eso le decía a mamá que ya estaba bien.

Después de unas horas en mi habitación bajo para la hora de la comida, aún con pijama.

Mi mamá está en la cocina sentada sola, me acerco a ella y me siento a su lado.

-Bueno, ya hice la cita con el psicólogo, mañana después de clases.- Me mira a los ojos, esperando una respuesta.

-Esta bien, si eso te hace feliz, vamos. Me siento a su lado y las dos comemos.-

Ese fue un domingo bastante tranquilo, después de comer me volví a subir a mi habitación a volverme acostar cierro los ojos unos minutos y termino dormida.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2022 ⏰

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