six.

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Apenas llegaron a la casa de Suh, Jaehyun abrió la heladera y se encontró con un pack de latas de cerveza, las puso en la mesa y retó a los demás a jugar verdad o reto. El que no cumplía con su reto, tomaba un trago. Y bueno, el resto es historia.

Ahora, dos horas después de llegar a la casa, el amiguito de Taeyong estaba encima de Johnny cantándole Tutuggakaaaa al oído, mientras que la otra pareja estaba en el patio estaba conversando de la vida con Viejas Locas de fondo. Ese, justamente ese momento, era el más romántico que YoonOh había vivido en su vida.

– ¿Y qué opinás de la astrología? – Taeyong quería forzarlo al menor a adentrarse al misterioso mundo de la astrología, en la que podía deducir qué posición sexual le gustaba más con sólo saber su luna, o alguna falopeada así.

– No sé, a veces lo creo cierto y a veces no. Pero es muy interesante – YoonOh acercó su reposera a la de Taeyong para apoyarle la mano en el muslo. – ¿Y si me sacás la carta astral?

– Nah, ya te la saqué. Le pedí todo a Johnny; tu cumpleaños, la hora en que naciste, en dónde y hasta el abuelo muerto de tu prima. 

A Jaehyun le recorrió un escalofrío por la espalda. ¿Enserio sabía todo eso de él?

– ¿Sabías que mis ancestros son los mismos que los de Moria Casán? – Taeyong amaba tirar datos randoms sobre él, aunque no vinieran de una fuente confiable. Ese comentario sólo hizo que Jaehyun se riera y apoyara la cabeza en su hombro, al parecer ponerse borracho lo hacía más cariñoso.

Taeyong le dejó un besito en la frente y notó un pequeño sonrojo en los cachetes de Jaehyun, quien, avergonzado, bajó la cabeza y cerró los ojos.

 ¿Estás kiste? – Taeyong preguntó en un tono tierno mientras acariciaba la melena del menor, el cual negó.

– Nah, tengo noni – Jaehyun alzó la mirada abriendo los ojos lentamente, chocando su nariz con la del mayor. Casi sin darse cuenta de lo que hacía, le dio un piquito a Taeyong.

Fue algo tan natural para él, que ni siquiera se dio cienta de que lo hizo. Por suerte, Taeyong lo aceptó y se lo devolvió con una pequeña sonrisa. Luego, envolvió al castaño en sus brazos y dejó que se relajara, mientras que apoyaba su cabeza sobre la del menor. Era tan romántico para aquellos dos borrachos, tan atontados e inconscientes. Se iban a querer matar cuando se enteraran de que Johnny los estaba grabando para su historia de Instagram. Pero de eso se iban a enterar después.

¿Vamos a dormir? – Taeyong acarició su mentón y frotó las narices de ambos en un besito esquimal.

Sí, porfis – Jaehyun bostezó y se levantó de la reposera, tomó la manito del mayor y entraron a la casa de vuelta. – No creo que a Johnny le guste que estemos en su cama, se va a re calentar.

Mal, vayamos a algún lugar que no nos vean – Taeyong no planeaba nada raro, sólo que no le gustaba que lo vieran siendo tan cariñoso, y sospechaba que a Jaehyun le pasaba lo mismo.

Aprovechando que Johnny y Ten estaban tan enganchados mirando Pasapalabra, fueron sigilosamente hasta el garage y se sentaron sobre una mantita puesta en el piso, se taparon con la campera de Taeyong y se acurrucaron entre ellos.
Los siguientes minutos los pasaron dándose besitos con sabor al fernet que tomaron antes y riendose de lo cursi que era el momento, hasta que eventualmente cayeron dormidos.

[ . . . ]

– ¡A levantarse carajo! – Johnny entró al garage golpeando una cacerola y haciendo un quilombro tremendo para despertar a la parejita.

knee socks ; jaeyong.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora