CAPITULO 1

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Porchay está siendo empujado contra una pared, luchando por cada aliento que toma y es difícil pensar; es difícil hacer otra cosa que no sea empujar sus caderas contra la dureza de Kim

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Porchay está siendo empujado contra una pared, luchando por cada aliento que toma y es difícil pensar; es difícil hacer otra cosa que no sea empujar sus caderas contra la dureza de Kim.

-Buen chico-Kim le susurra al oído y comienza a lamer todo su cuello. -Tan difícil para mí ya y ni siquiera te toqué correctamente...

-Kim-gime Porchay, tratando de tocar al hombre mayor, tratando de apretar su hombro, pero Kim es como una niebla. La presión sobre su cuerpo es cada vez más ligera, desapareciendo y Porchay toma una bocanada de aire presa del pánico. - ¡Kim!

- ¡Porchay!

- ¡Kim!

—¡Porchay, despierta!

Porchay se sienta en el sofá, mirando a su alrededor desorientado. Su pecho se mueve hacia arriba y hacia abajo en respiraciones rápidas, su pene está duro (exactamente como lo ha estado en su sueño) y se siente un poco sudoroso.

- ¿Cuánto tiempo estuve dormido? -Le pregunta a Kim, frotándose la cara para deshacerse de las imágenes en su cabeza. Fue un sueño tan bueno, tan sexy, pero ha vuelto a la realidad.

-Tal vez media hora-responde Kim. -Pero no puedes dormir en el sofá, te dolerá la espalda.

Porchay le sonríe, agradecido por su preocupación. Mira a su alrededor, tratando de ordenar sus pensamientos y no mostrarle a Kim exactamente lo que estaba soñando; necesita calmarse, porque todavía está duro y en el momento en que se levante, todo será visible.

Él y Kim ya llevaban juntos un mes, después de que él se confesara en el estudio de música; lucha contra el impulso de sonreír ante el recuerdo. Nunca, ni en sueños, pensó que Kim lo aceptaría; estaba preparado para el rechazo, pero el otro hombre lo sorprendió, besando su mejilla. Fue un momento tan dulce. El abrazo que siguió aún calentaba su pecho, estaba rebosante de felicidad, todavía lo está.

Todo entre ellos es perfecto. Pasan todo el tiempo que pueden juntos. Van al cine, en citas caras a restaurantes (lo hace Kim), al parque de diversiones (lo hace Chay), tocan la guitarra juntos y escriben canciones, cantan y se ríen. Porchay no recuerda la última vez que fue tan feliz, pero...

Sí, hay un pero. Nunca pasa nada entre ellos aparte de rápidos abrazos y suaves besos en las mejillas. Bueno, una vez besó a Kim en la boca; rápido y torpe y el hombre pareció sorprendido, pero le sonrió felizmente. Y Chay quería que volviera a pasar, inició el primero y quería que Kim tomara la iniciativa, pero el otro hombre no lo ha besado desde ese momento y fue hace una semana.

Porchay pensó por un momento que tal vez Kim era asexual. Pero también recuerda haber visto un video muy borroso de Kim borracha, que estaba moliendo a alguien en un club y lo estaba besando bastante obscenamente para alguien que no estaba interesado en el sexo, por lo que Porchay lo está tachando.

-¿Chay?- Kim le pregunta, moviendo una mano frente a sus ojos. - ¿Estás despierto o no?-

-Estoy despierto-, se ríe. -¿Qué hora es de todos modos?-

DESESPERADO - KIMCHAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora