🔸Resurrection

Empezemos

Para Len la peor de las creaturas era el ser humano, a él le daba repulsión todo lo que tenga que ver con el, pero al mismo tiempo piensa que es irónico pues es mismo puede asegurar de que él es el peor de todos.

- jajajajaja ¿que? ¿ahora lloraras?

O eso pensaba asta ahora.

- que pasa Rin tonta no te gusta el agua sucia - se burló una chica que le había tirado agua sucia encima a la pobre Rin - que mal yo pensé que a las ratas le gustaba esa clase de agua - se siguió burlando.

Él se encontraba en uno de los enormes patios que estaban alrededor del colegio y vio una vez más como se burlaban de aquella chica, ella abrazaba sus libros y los cubría con su cuerpo para que no se mojaran.

- ahora es mi turno! - grito un chico mientras le echaba basura encima a la rubia.

El pequeño grupo de 4 que molestaba a Rin se alejo dejando a la rubia parada allí y completamente empapada.

De cierta manera le daba pena aquella chica pero también le guardaba un rencor inexplicable y eso era más fuerte que su compasión, casi inexistente e de aclarar, así que no hizo nada y siguió caminando con una burlona sonrisa en su rostro.

Ya a pasado 1 mes desde que entró al "the Institud Golden" y en sus propias palabras es un lugar muy aburrido y monótono pero aún así su presencia allí era vital.

- Len-kun - oyó que le llamaban y se fijó en una linda chica de cabello aguamarina.

- Hatsune-san que tal - salido amable la chica se sonrojo y inflando las mejillas le dijo.

- no me digas Hatsune-san - dijo aún con el carmín pintando sus mejillas - dime solo Miku - ella cerró los ojos fuertemente y el sonrió de lado.

- claro Miku-chan - le respondió mientras le ponía una mano en la cabeza a la sonrojada chica.

Siguió su camino dejando atrás a Miku.

Bueno podría decir que eso le gustaba, el poder manipular los sentimientos de las chicas era divertido, ya le había dicho que las chicas caían fácil con un chico apuesto y amable pero enserio no espero que fueran tan idiotas.

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Rin iba camino a su habitación a cambiarse por tercera vez en lo que iba del día, no lloraba, ya no más, se dio cuenta de que no servía de nada, además eso solo alentaba más a sus bullyings.

Ya pasó un mes desde que el nuevo llegó y desde entonces las bromas aumentaron, no hay un solo día que no le hagan algo, pero dicen que a todo te acostumbras y ella cree que esa regla también se aplica a esto, Neru y Miku son las que más le molestan y ahora hasta incitan a los demás que también lo hagan.

Está harta, quiere irse de allí, quiere que alguien le ayude pero lamentablemente ellos solo se burlan de ella y como dije antes, irse de allí no es una opción, pues no quiere que su familia pierda la estabilidad económica que tiene.

- tocará seguir adelante - se dijo a si misma.

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Las semanas siguen pasando y nada interesante ocurre, las clases monótonas y aburridas las bromas constante y cada vez más agresivas.

En fiiiinnn, todo normal y nuestra Rin que esta en el patio trasero del edificio estudiantil lo sabe.

- ¡¡lárgate a tu casa plebeya!! - le gritaban unas chicas a Rin mientras le tiraban algunas "pequeñas'' piedras.