Capítulo 20.

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Con este mes ya era casi un año completo que no llegaba. Y estaba preocupado, claro que lo estaba, al igual que sus otros pacientes.

Después de todo tener ese tipo de enfermedad era peligroso.

Los tipos de pacientes que lo tenían eran todos omega y de matrimonios acordados, forzosos, de violencia intrafamiliar o producto que el omega se haya embarazado de una violación.

El Dr. Michael se preocupaba por el tipo de vida que llevaría ahora, si está bien y con vida, ya que su paciente no le agradaba hablar de sí mismo ni de como vivía en su casa, comprendía ya que no era el único. De lo único que le escuchaba hablar eran sus síntomas y el tierno niño que criaba.

Y con estos pensamientos se armó de valor y fue a hacerle una visita médica. Dado que ya no hace visitas a sus pacientes después de que un alfa celosa casi lo matara, pero a estas alturas se preocupaba más por la vida del paciente.

Después de llegar a la propiedad en su auto y toparse con el gran portón que le impedía ingresar con su auto, se bajó y habló por el comunicador, del cual le contestó una sirvienta, la cual dejó ingresar al hombre después de hacer saber que era doctor y conocía a la esposo del señor Adulkittiporn,

Estaba curiosa del porqué el Sr. Atthaphan lo venía a visitar este doctor, lo bueno era que el amo no llegaba todavía de la oficina a pesar de que debía ya de estar en casa, pero no tardaría en llegar al parecer y de parte del joven amo aun no llegaba de sus actividades escolares.

Así que hizo pasar a toda prisa al doctor, pero la sirvienta casi derrama sus lágrimas y se arrodilló ante él.

- ¿Es usted el amante de mi señor? ¡Por favor! ¡Por favor! Llévatelo de esta casa, mi amo sufre, no abre la puerta de su habitación para nada, la última vez que me abrió la puerta estaba muy delgado y demacrado y el alfa de la casa no permite que toquen a su puerta si no es para enviarle comida, él es el único que tiene la llave de esa habitación, así que ¡por favor!

El doctor estaba impactado y lo gritos de la sirvienta habían alarmado a la servidumbre que pasaba, pero ellos también se unieron a ella, Michael no sabía que decir, su corazón estaba acelerado, no podía describir este horror y susto que sentía dentro de su pecho, tenía un mal presentimiento.

- Yo... Yo no soy lo que creen, solo soy su doctor, pero por favor levántense y abran la puerta sea como sea...

La sirvienta subió las escaleras apresuradamente y el doctor la seguía con unos cuantos sirvientes detrás. Ella golpeó la puerta con fuerza y ahínco, pero no hubo respuesta.

- ¡Mi señor! ¡Mi señor! ¡Su doctor le vino a buscar! ¡Por favor abra la puerta! - Las lágrimas de la sirvienta salían a mares y su rostro se encontraba rojo.

Al ver que no había señales de vida, ante esto el Dr. Michael se preocupó - ¡Aléjese! - para luego darle varias patadas al pomo de la puerta la cual se rompió y se abrió.

Michael al ver la escena se escandalizó y corrió a la orilla de la cama.

Los sirvientes al ver al amo en ese estado se llevaron las manos a la boca, pero su sirvienta personal cayó de rodillas y comenzó a llorar estrepitosamente.

El doctor checó los signos vitales de la persona moribunda en la cama que aún respiraba débilmente y su corazón palpitaba lento.

Gun estaba tan delgado que en su rostro se le notaban las líneas óseas y también en su cuerpo que apenas tenía masa muscular, sus labios estaban agrietados por la deshidratación. El apenas y tenía la energía de solo abrir los ojos, solo se la pasaba durmiendo.

Madre Sustituta. ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora