O5.

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Ambos salen de la casa y se encaminan al dichoso estudio ansiosos por saber qué pasará. James está ensayando qué decir cuando Thor comience a llorar por el dolor y el rubio solamente piensa en cómo se verá aquel tatuaje en su antebrazo.

Cuando llegan, Thor se queda parado en frente del lugar observándolo con los ojos bien abiertos. Todo está pintado de colores obscuros en su mayoría, acompañado de unos cuantos algo más animados como el verde, las paredes son adornadas con diversas luces neón y un gran letrero con el nombre del estudio, casi igual que en la tarjeta.

El entusiasmo y la curiosidad crecen en el interior de Thor en cuanto cruza las puertas. Una sala pintada nuevamente de un verde, pero esta vez más brillante, con pósters de bandas que él desconoce, fotos de distintos diseños de tatuajes y perforaciones, sofás modernos, artefactos de los cuales no sabe el nombre, y dos sillas acolchonadas; le dan la bienvenida. Barre con sus ojos la estancia mientras mantiene la boca ligeramente abierta.

—Bienvenido. —La voz de Loki se distingue entre aquella canción de Metal que suena de fondo. Thor dirige sus ojos a James y ve cómo este sonríe y abre los brazos en señal de que Loki se acerque, el último hace lo esperado, James coloca uno de sus brazos en el hombro de Loki.

—Thor, oh hermano mío, este de aquí es Loki, tu tatuador.

Thor posa sus ojos en el rostro enseriado de Loki. Aquél chico pálido y de negros cabellos le ha parecido tremendamente atractivo. La forma en la que sus ojos y la forma de su cara contrastan perfectamente le hace quedar alucinando. Ver cómo esos pequeños, rosados y regordetes labios se curvan en una sonrisa traviesa le hacen temblar.

—Hola. —Extiende su mano sonriendo aún. Loki suena algo extasiado con la visita de Thor. Él, con base en lo que le ha contado James, siempre creyó que Thor era un chico inmaduro e infantil, un niño de cinco años atrapado en un cuerpo de un hombre de veinticuatro. Por supuesto que esa nunca fue la intención de James, en su vida hubiese deseado dar esa imagen de Thor...pero Loki siempre sacaba sus fuertes conclusiones. Aun así, a Loki todavía le da curiosidad conocer a el chico parado frente de sí viéndolo con cara de bobo. Thor y no pronuncia ni una sola palabra, está demasiado ocupado admirando el fino y hermoso rostro de su tatuador.

—Comencemos de una vez. ¿Pago en efectivo o tarjeta? —Loki se frota las manos y se hunde en la estancia.

—T...Tarjeta... —Balbucea.

Loki ríe.

—Bien, dime, ¿cuál será tu diseño eh?...¿una caja de jugo de manzana? —Dice lo último bajito bufando después para contener una carcajada. Más sin embargo, Thor le ha escuchado. Un sentimiento de decepción, incomodidad e incluso algo como indignación; se estacionan en su pecho.

—James... —Murmura el moreno.

—Loki, pensé que esas bromas se habían terminado. Nadie te dice nada cuando compras papillas para bebé porque "te gusta la textura" —Hace notar las comillas con sus dedos... Y así mis niños, Loki se quemó...

Loki le voltea a ver visiblemente molestos mientras Thor es ahora el que contiene una risa.

—Esto no acaba aquí Barnes —Comenta mientras se coloca unos guantes de látex blancos—. Siéntate ahí —Se dirige a Thor. Señala con la cabeza una de esas sillas acolchonadas y forradas en cuero negro. Thor obedece y James se va a sentar en el sofá de siempre. Thor observa cómo Loki mueve y cambia cosas, cómo lava unas y se levanta y esteriliza otras.

—Ya, en serio, ¿cuál es tu diseño? Thor se levanta un poco y saca de su bolsillo trasero aquella hoja de papel arrugada con lo que dibujó el otro día plasmado en ella. Loki la toma y la analiza por unos segundos, siempre se abstiene de dar opiniones de los diseños de sus clientes, aunque se la pidieran, todo lo que podía decir era que sería un trabajo fácil.

—¡Antebrazo izquierdo! —James alza la voz dando la respuesta antes de que Loki pregunte, mira a Thor y este asiente.

Loki se vuelve a hundir en el local y regresa con un algodón empapado de un líquido frío con el cual limpia el brazo de Thor, después pone encima de él la plantilla que realizó después de acordar el tamaño. Procede a preparar la máquina.

Thor respira profundo y suspira pesadamente, la emoción ha pasado a ser un nerviosismo extremo.

Ve a Loki cambiar los guantes blancos por unos negros, cambia su mirar en dirección a James, éste levanta su pulgar y murmura un "prepárate". Cuando escucha el zumbido de la aguja subiendo y bajando a gran velocidad, su corazón comienza a latir fuertemente.

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