SIPNOSIS

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La verdad es que no sé por dónde empezar.

¿Alguna vez tuvieron un amor imposible? Aquel amor que llegaron a sentir por un amigo, un compañero, alguien mayor que tú, alguien con pareja y un sin fin de otras opciones.

No me lo nieguen, sé que tuvieron un amor así.

Por mi lado, yo también tuve un amor imposible. Inició en mis tiempos de escuela media, recuerdo que me levantaba temprano solo para poder llegar a tiempo a su casa y poder ir juntos a la escuela. No hacía mis tareas y con la excusa de no entender nada, me sentaba a su lado y pedía ayuda, cuando la verdad es que yo era mucho mejor que él en la escuela, pero era divertido ver como trataba de explicarme las ecuaciones de matemáticas.

Estar a su lado y poder compartir tiempo juntos era lo mejor. Poder observar lo feliz que era al jugar baloncesto, reprenderlo por no poner atención en clases y que luego se disculpara por ello comprando algunas de mis golosinas favoritas. Era feliz, no me importaba si el momento era pequeño o grande, lo atesoraba en mi corazón.

Pero luego pasó.

En mi último año de escuela media, corría como loco por los pasillos del instituto, iba tarde y se suponía que después de clases iríamos a la biblioteca a estudiar -bueno, yo lo haría, él probablemente jugaría con algún videojuego en secreto y a mi lado- estaba llegando al jardín del instituto donde dijimos que nos reuniríamos y fue cuando lo vi.

Estaba hablando con una chica, y por instinto me escondí, no sabía la razón, pero sentía que debía hacerlo, me asomé solo un poco y pude observar como ella se declaraba. No podía ver el rostro de él cuando la chica terminó su confesión, solo pude ver su ancha espalda y los mechones rubios de su cabello. Pero en el fondo, estaba rezando para que la rechazara.

Claro estaba que no me esperaba que en lugar de eso, el se acercara a ella y la besara. Puedo jurar que al verlo, mi corazón se detuvo y el aire se escapó de mis pulmones. Aparté la mirada al instante y me dejé caer en el suelo, ocultando mi rostro entre mis manos. Ahí fue cuando me di cuenta de mis verdaderos sentimientos.

Estaba enamorado de mi mejor amigo.

Tal vez eso no era algo malo, pero para mí era el mayor de todos los pecados, porque darme cuenta de que estaba enamorado de mi mejor amigo, siendo yo un hombre, no era lo mejor.

Esa tarde cancelé nuestra salida y fui directo a casa, me encerré en mi habitación y solo cuando estuve ahí, me permití soltar todo lo que había retenido. Lloré y lloré hasta que no pude más y me quedé dormido.

Al día siguiente, él fue hasta mí y me contó con una sonrisa que había comenzando a salir con aquella chica, y aunque por dentro yo estaba destrozado, me obligué a fingir una sonrisa y a felicitarlo por su noviazgo. Dolía saber que estaba con otra persona, pero... ¿qué podía hacer yo? No podía decirle lo que sentía, sería muy extraño que tu amigo de la infancia, siendo hombre, te dijera que le gustas. Si hubiera sido una chica no habría habido tanto problema, pero era un chico, y si lo decía solo arruinaría nuestra amistad.

Entonces callé el amor que sentía y me dije que tenía que matar todo aquello que no fuera más que amistad.

Terminó la escuela media...

Preparatoria...

Universidad...

Trabajo...

Pasaron los años. Tuve que soportar verlo salir con varias chicas, hasta que formalizó una relación y cinco años después se comprometió y me di cuenta de otra cosa. No importaba cuántos años pasaran, mi amor por el seguiría tan vivo como siempre.

Estaba condenado a sufrir por un amor totalmente imposible, pero él era feliz y con eso me bastaba. Iba a casarse, formaría una familia y yo seguiría a su lado sin que nada más importara.

Pero de alguna manera, nuestras vidas iban a a dar un cambio drástico para el que ninguno de nosotros estaba preparado.

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¡Nueva historia! Y está si se quedará junto MRPA, ambas las actualizaré los domingos—o lunes por cualquier inconveniente —espero le den una oportunidad y la disfruten, como yo lo hago al escribirlas

Abrazos
Atte 🖤 FerLemuz 🖤

Prohibido AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora