♡Dumb Heart♡

Palabras Empalagosas

—Liam?...—Bastian estaba paralizado, de pie en el cesped mirando su entorno, tras el un pequeño cúmulo de árboles y frente a él un acantilado con un hermoso césped verde, se veía que lo cuidaban bastante. Liam estaba a varios metros de el, centrado en uno de los puntos más cerca al final del acantilado, sentado sobre un mantel con algunas cosas encima

—Basti! Aquí!—el rubio llamo levantando la mano y haciendo una seña de saludo con una enorme sonrisa, pensaba que Bastian no iba a aceptar venir y por eso estaba muy preocupado, pero cuando lo vio llegar solo pudo sonreír eufórico

Bastian relajó su rostro dejando a la vista una pequeña sonrisa, camino emocionado hasta el sitio donde estaba sentado el rubio, si de por sí estaba nervioso cuando vio el acantilado y el mar del otro lado su nerviosismo creció más llegando a temblar un poco. Liam se levantó y tomó las manos del menor con fuerza para luego abrazarlo sonriente

—Ven siéntate—el rubio afirmó guiando al peli rosa al mantel, este se aferro al suelo con los ojos abiertos

—L-liam...estas seguro q-que este sitio es seguro??—pregunto acercándose al rubio y aferrándose a su brazo pues el era el que estaba menos cerca de la punta del acantilado

—Ah? Si, mi padre a hecho fiestas y cosas aquí, no ha pasado nada, tranquilo—sonrió enternecido apoyando su cabeza sobre la de Bastian—Si te da mucho miedo cambiemos de lugar, yo me sentaré haya y tu aquí donde estoy yo

—Si...mejor así—sonrió mirando al rubio levantarse y sentarse en aquel sitio dándole la espalda al mar, una fuerte brisa paso haciendo reír a ambos—Ok...entonces, para que me trajiste aquí?—pregunto mirando todas las cosas en la manta del suelo quedando sorprendido notando lo bien acomodado y decorado estaba, había flores, galletas, fresas, quesos, miel, mil cosas, solo pudo pensar en lo hermoso que era el ambiente y el lugar, sin esconder su sonrisa levantó el rostro mirando a Liam que también sonreia con leve sonrojo, abrió los ojos y se sonrojo también aturdido por la belleza del rubio

—Bueno, le pedí ayuda a las sirvientas que me ayudarán a preparar todo esto...por que quería que...no se...que fuera especial...

—Especial?—Bastian trataba de entender los que el contrario estaba diciendo

—Sip...antes de decir todo lo que tengo que decir me gustaría...pedirte perdón—afirmó melancólico recordando todo lo que le contó Johana y mirando el aspecto todavía desgastado del más bajo, este abrió los ojos sorprendido—No pensé en como te estarías sintiendo, no te lo pregunte, no me di cuenta...y te herí por culpa de mi estupidez

—Tranquilo Liam...ya paso...ahora...creo que estamos mejor no crees?—sonrio colocando su mano sobre la del rubio que levantó el rostro de nuevo, sonrió y dejó caer un par de diminutas lágrimas que conmovieron al más bajo haciendo que sus ojos se aguaran también

—E-espera no llores, por que lloras??—trato de detener las lágrimas del más bajo, cosa que no pudo hacer—Bueno...me perdonas? Te prometo, por todo lo que tengo, esta vez será diferente y trataré de ser lo mejor junto contigo—sonrió mirando hacia atrás y tomando un pequeño Ukelele, el menor abrió los ojos, que estaba pasando?

—Te...te perdono...aunque esto es raro...—afirmó sin pensar haciendo reír al rubio—Por que tienes un Ukelele? Sabes tocarlo?—pregunto sonriente tomando unas galletas de las que estaban en el platito—Puedo comer de estas no?

—Si, claro que puedes, para eso las traje y sobre el Ukelele....si, mi madre me enseñó a tocarlo hace muchos años...lo que va a pasar ahora...es lo que quería que fuera especial

—Lo que va a pasar ahora??—pregunto confuso, Liam estaba muy raro

( abro un paréntesis para explicar algo