Don't tell mom - Hyunlix.

01

Seis Años.

Hyunjin sujetó la mano temblorosa de su hermano.

Felix se inclinó sobre él y observó fijamente escaleras abajo, sus ojos bien abiertos y sin parpadear, dejó salir un fuerte suspiro.

Sus padres estaban peleando de nuevo, pero está vez era incluso mucho peor; estaban peleando en voz baja.

— Shh. —dijo Hyunjin suavemente, pellizcando la rodilla de Felix.

Este sacudió la cabeza y se removió, colocando su pie un escalón más arriba para que su estómago descansara entre sus muslos.

— ¿Por qué están gritando? —preguntó Felix, llevando la manga de su camiseta a su nariz, ahogando un sollozo.— ¿Qué está pasando?

— Nada. -mintió Hyunjin.— No está pasando nada.

Hyunjin mantuvo a su hermano cerca, ambos se asustaron al oír un fuerte portazo.

— ¡Despertarás a los niños! —gritó Irene, su madre.

— ¡No menciones a los niños ahora! —gritó en respuesta su padre.— ¡Siempre lo haces cuando peleamos!

— ¡Nunca estas en casa!

Felix arrimó su rostro contra el cuello de Hyunjin, aterrorizado por toda la situación.

— Haz que se detengan. —pidió.

Hyunjin lo abrazó fuertemente, sin saber cómo lograr eso, cerró sus ojos y dijo: — Cierra tus ojos, como mamá dijo; no más monstruos.

— Los escucho. —susurró el más bajito, con los ojos todavía abiertos.

— No tengo razones para estar en casa, tú lo sabes. —dijo su padre con voz alta y severa.— Trabajo largas horas para que tú no tengas que hacerlo.

— ¡Yo crío a nuestros hijos! -Irene se rindió.— Hago mucho más de lo que crees, lo sabrías si te molestaras en hablarme o preguntarme cómo me siento.

— Lo haré. —contestó él con frialdad.— Si dejas de humillar mi trasero por cada pequeña cosa, ¡Irene por dios!

— ¿Cuándo pasó? —el tono de ella había perdido su furia.— ¿Cuándo dejaste de estar ahí para mí, para los niños... para nuestra familia?

Lee se mantuvo unos segundos en silencio. — No lo sé. —respondió finalmente.

Irene suspiró profundamente, decepcionada de su respuesta.

Felix curvó los dedos de sus pies contra el duro escalón y observó, sus ojos abiertos de sobremanera; las piernas de su padre estaban a la vista.

Unos zapatos fueron calzados, al igual que una chaqueta fue puesta, él llevaba una maleta.

— ¿A dónde está yendo papá? —preguntó Felix.

Hyunjin también lo pudo observar, sabía que su padre los estaba abandonando.

— A ningún lado. -respondió, abrazando a su hermano.— Nadie se está yendo.

— ¿Cuándo vas a volver, Lee? —cuestionó Irene.

Lee colgó su maleta sobre su hombro, sin ser capaz de ver a los niños que estaban tan solo un par de escaleras arriba, mirándolo fijamente, uno sollozando y el otro con furia, apretando los puños.

— Está vez no voy a volver. —sentenció.

— Podemos... ¡mírame!

Una vez más se escuchó un portazo y Felix se encogió en el regazo de su hermano, con mocos y lágrimas corriendo por su rostro.

— Él se ha ido..

Hyunjin acarició la espalda de Felix.

— Lixie. —dijo.— Él no se ha ido.

— Claro que sí.

— No, no se fue. —repitió.

Se quedaron quietos un par de minutos solo oyendo a su madre moverse en el primer piso; estaba maldiciendo y sacudiendo cosas.

— ¿Qué va a pasar ahora? —preguntó el más chiquito.— ¿Va a ser diferente?

Felix estaba llorando sin parar sobre la camiseta de Hyunjin mientras este trataba de calmarlo, aún sintiéndose molesto.

— Todo va a estar bien.

— ¿Cómo lo sabes?

Hyunjin se encogió de hombros. — Simplemente va a estarlo.

— Extraño a papá.

— No deberías, él no nos extraña. —dijo Hyunjin atrayendo a su hermano aún más cerca.— Olvídalo.

— ¿Y qué si mamá se va?

— No lo va a hacer. —respondió.

Felix frunció el ceño, las lágrimas deteniéndose por un momento. — ¿Tú me abandonarías?

Hyunjin apretó a Felix con fuerza y susurró: — Nunca voy a abandonarte.

— ¿Y qué tal si lo haces por accidente? —preguntó Felix, limpiando su nariz en el hombro de su hermano.

— Nunca. —reiteró.— Te amo más que papá, te amo más que mamá.

Felix sonrió levemente, todavía llorando. En su mente de seis años, todo eso tenía sentido.

— También te amo, Hyuni.

Se abrazaron con fuerza y así fue como Irene los encontró horas más tarde.