Capítulo 3.- Encuentros y revelaciones

38 7 12
                                    

Cuando estuve segura de que el profesor no me escucharía, comencé a acelerar mi paso hasta que terminé corriendo por el pasillo. Mi cuerpo estaba lleno de adrenalina y necesitaba sacarla de mi sistema. Antes de darme cuenta había bajado los tres pisos de la escuela corriendo y me encontraba en la puerta del edificio.

Inhalé un par de veces, y recobrando mi compostura para que nadie sospechara, comencé a cruzar el patio de la escuela hacia la entrada. No parecía necesario, la escuela estaba vacía.

Me detuve frente a una máquina expendedora de refrescos, tal vez algo frío me ayudaría a calmar mis nervios. Metí mi mano en mi bolsillo y saqué un par de monedas, pero mientras decidía qué bebida comprar, volvió a mi mente lo que había tenido lugar hace apenas unos minutos.

"¡No puedo creer que me haya besado con un profesor!" pensé "Es demasiado irreal"

- ¡Hey!

Un gritó me hizo saltar en mi sitio y giré la cabeza. Solomon salía caminando de edificio y me saludaba sonriente agitando las manos. Las monedas cayeron de mi mano y una de ellas rodó hasta él.

Mi amigo se apresuró a recogerla y me la entregó. - Aquí tienes. ¿Cuál ibas a comprar?

-Gracias. - Le señalé la bebida en la máquina. Solomon sacó un billete de su bolsillo y lo introdujo en la máquina, segundos después dos latas cayeron y Solomon me ofreció una.

- Pero no te di dinero

- No te preocupes, yo invito. Vamos a sentarnos.

Tomamos asiento en una banca bajo un enorme árbol. - ¿Qué hacías en la escuela todavía, Solomon? - Dije curiosa.

- Estaba buscando un libro en la biblioteca y antes de que me diera cuenta no había nadie. Por suerte no la cerraron o tendría que haber saltado del tercer piso.

Yo me reí. - Tú eres el único que se pone a estudiar en el último día de clases, pero era de esperarse del alumno de intercambio estrella.

- ¿Y qué hacías tú? - me pregunto mientras daba un sorbo a su bebida.

"Idiota, ¿Por qué pregunté?", me dije a mi misma.

- Ya sabes, estaba ayudando a un profesor con las cosas... que se hacen a fin de año escolar. - le dije, intentando no parecer nerviosa.

- Aja, y ese profesor... ¿No era de casualidad, Lucifer?

Me congelé. No podía subestimar a Solomon, era tan diabólicamente listo que hasta algunos profesores le tenían miedo. No servía de nada mentirle.

- No te preocupes, no planeo decirle a nadie. - me dijo en un tono tranquilo.

Eso me aliviaba. - Además, Asmo me mataría si arruino las cosas entre ustedes. - agregó.

- ¿No me digas que Asmo te lo dijo?

-Entonces no te lo diré, pero no deja de hablar sobre lo lindos que se verían ustedes juntos. - contestó riendo.

Suspiré. - Me arreglaré con Asmo luego... Aunque ustedes dos son la pareja estrella del momento.

Solomon se avergonzó por un momento. - Aún no me acostumbro a toda la atención que eso conlleva. - confesó.

- El misterio estudiante de intercambio, Solomon ¡Conquistó entre miles el corazón del inalcanzable Asmo! - Exclamé dramáticamente.

Solomon se rio. - ¿Eso es lo que dicen? Si me preguntaran a mí, diría que fui yo quien cayó en su hechizo.

Reí con él, parecía genuinamente enamorado y eso me hacía muy feliz por Asmo.

- Bien, es tu turno ¿Por qué Lucifer?

La Promesa - Lucifer ObeyMe! Fanfic CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora