En la mitología griega la ninfa Clytia se enamoró locamente del dios del Sol, Apolo, el cual lamentablemente no sentía lo mismo por ella. Así que le partió el corazón a la pobre ninfa, que murió de pena convirtiéndose en un girasol, que giraba alrededor de su dios allá donde fuera.
-Katsuki tu eres mi sol, pero por favor no me partas el corazón