19 | ¿Te gusta Karl?

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—¿Estás molesto, papá?—pregunté, mirando hacia la ventana viendo como las gotas de lluvia caen.

—No, pero Harry sí.

Suelto un suspiró.

Estaba cansada, había tenido un día largo y divertido, quizás sea la última vez que salga y empezar a escuchar las largas charlas de Harry sobre el peligro que corro en un auto  y porqué no debo estar en un auto, el es algo sobreprotector. Louis estaba muy tranquilo al principio estaba alterado porqué pensó que era yo quién estaba manejando, pero después le expliqué todo y se calmó.

Los padres de Karl estaban muy enojados y apenados por lo ocurrido, el estaba muy callado, no había dicho ni una sola palabra cuando llegamos a la estación de policía, creo que ya vi como es todo en la familia de Karl...

Yo me bajo del auto al igual Louis, yo entro a la casa y lo primero que me encuentro es a Harry sentado en los muebles viendo su telefono yo traté de no hacer tanto ruido al subir a las escaleras pero la voz de Harry me detiene.

—¿A dónde vas?—Harry pregunta en un tono serio yo me devuelvo y me quedo mirándolo sin darle una respuesta—¿Sabes que estas hasta en las noticias, verdad? Te dije que no trataras de llamar la atención y que fueras a lugares más privados, hiciste todo lo contrario Darcy, ¿Sabes todo el peligro que corres estando allá afuera, Darcy?

Iba a abrir la boca para decir algo pero Harry siguió hablando.

—Por eso tendrás cuatro guarda espaldas, ellos te acompañarán cada vez que salgas, así sabré que estás bien y segura.

Tiene que estar jodiendome.

—¿¡Que!?—solté.

—Es por tu bien.

No quería pelear con Harry por esto así que solo asentí y subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, entré y cerré la puerta.

Me tiré a mi cama, no paraba de pensar en Karl, no puedo sacarlo de mi mente, es como un chicle pegado al cabello.

Encendí la televisión para ver una de mis series favoritas Gilmore Girls.

Dios amo mucho esa serie.

Luego de ver varios capítulos, sentí como mi cuerpo caía poco a poco a la almohada, cerré los ojos lentamente y caí en un profundo sueño.

La luz del sol se reflejaba en mi rostro, quería seguir durmiendo pero tengo que terminar un trabajo importante de la escuela, aún tenía tiempo para terminarlo pero quería ser puntual.

Agarré mi teléfono que estaba en una pequeña mesita al lado de mi cama, eran las 8 de la mañana, revise algunas notificaciones y vi que Karl me había mandado unos mensajes, no sabia si abrirlos.

Ya no estaba molesta con el.

Me levanté y acomode mi cama como todos los días, salí de mi habitación y bajé las escaleras, escuché unas voces en la cocina, al parecer Louis esta hablando por teléfono. Entré a la cocina y vi a Harry sentado en el comedor viendo su teléfono, salude a Louis que estaba hablando por teléfono y a Harry.

Saqué la leche de la nevera y llené el tazón de leche busqué el cereal que estaba en el mesón y llene el tazón de cereal.

Me senté en la mesa y empecé a comer el cereal.

—¿Te gusta Karl?—esa pregunta no me la esperaba de Harry.

—¡Por dios papá claro que no!

—Se cuando mientes, cariño.

Tiene que se una broma.

—Que no me gusta, solo es un amigo—le deje claro.

—Así decía con tu papá y terminé casándome con el y teniendo una hija—Comentó.

Yo lo miré.

—No me gusta, no es mi tipo.

Odiaba cuando papá Harry me hacía esas preguntas.

—Te vi nacer y crecer, te conozco perfectamente. ¿¡Y me estás diciendo que no te gusta Karl!?—exclama y yo suelto una risa por su reacción—Que quedé claro que no hay problema si te gusta o llega a ser tu novio, estás en esa etapa y eres madura para tener una relación, pero recuerda que no quiero que mi hija tenga nietos a esta etapa.

—¿¡Nietos!? ¿¡Que mierda!?

—Y cuida ese vocabulario niña—me regaño —de tal palo, tal astilla.

𝐃𝐚𝐫𝐜𝐲 𝐓𝐨𝐦𝐥𝐢𝐧𝐬𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora