Mi reproductor de MP3 era utilizado sin descanso. Cien canciones pasaban por esas agotadas bocinas, pero había una en especial que disfrutaba más que las otras noventa y nueve.
Strawberry Fields Forever.
No había ninguna característica en especial (además de que The Beatles era mi banda favorita), que la distinguiera de las demás melodías. Simplemente me hacía sentir que nada más importaba, que todos los problemas fluían por fuera de mi subconsciente para desaparecer y no volver jamás.
Me hacía sentir vivo, igual que él.
Él provocaba en mí exactamente lo mismo: una afección por ser libre y dejar todo de lado para ser lo que realmente vine a ser a este mundo.
Era mi ángel, y me observaba por horas.
Recordaba muy bien la noche en la que nos conocimos. Casualmente fue en el viñedo de fresas de quién creo era su padre. Ese viñedo estaba situado a las orillas de la casa de mis padres en mi natal Hampton.
Creo que la razón de que viajaran desde King's Lynn a trabajar en las fresas era la inestabilidad de la familia de mi amigo en ese entonces.
Al llegar la temporada de cosecha de los frutos, uno por la mañana podía asomarse por la ventana de la cocina y admirar el brillo de las fresas recién cubiertas por el rocío del amanecer. Aquella era mi vista favorita en ese lugar.
Tardamos un buen tiempo en conocer a la familia dueña de los viñedos, nunca quisimos realmente conocerlos, nuestras únicas intenciones eran admirar desde lejos y hurtar alguna fresa de vez en cuando.
Tal fue el desespero de mi madre un difícil día en mi colegio en el que tenía que llevar una tarta hecha para el concurso de pasteles de Hampton, que tomó la decisión de que yo rompiera el séptimo mandamiento y tomara algunas fresas para hornear la tarta y evitar un desaire de mis profesores.
- Si quieres explicar tu teoría repostera inspirada en su Strawberry Fields Forever, necesitas traerme fresas- fue lo que dijo mi madre al verme salir de mi habitación.
Sacó la canasta de mimbre del baúl de herramientas de mi padre y me la entregó junto a unas tijeras para podar algo oxidadas. Me puse mis botas de cuero y salí con cautela de mi casa con la canasta en mano; caminé los pocos metros que me llevarían a la orilla del viñedo y suspiré aliviado al ubicar mi objetivo cerca. Puse la canasta en el pasto, listo para cortar un gran racimo de jugosas fresas.
Aunque fui detenido en mis acciones por una aguda pero agradable voz.
- ¡Oye! No puedes robarte mis fresas
Sorprendido, busqué con la mirada a quién a podría haberme detenido. Giré en todas direcciones antes de encontrarme con un niño pelirrojo de unos 14 años observándome fijamente con el ceño fruncido y sus largos brazos cruzados.
Cualquier pizca de nervios que había en mi desapareció cuando vi a la insignificante persona que trataba de impedirme que me llevara las fresas.
Seguí cortando los racimos para irme lo más rápido posible de ahí y poder hacer el pastel de fresas para salvar mi trasero, pero de nuevo fui interrumpido.
- ¡Hey! Deja de robar mis fresas, ladrón
Me hirvió la sangre al ser llamado de una forma tan despectiva.
- ¡No tienes derecho a llamarme ladrón!
Al parecer al chico le causó gracia me reclamo, pues soltó una risita antes de responderme.
- ¿Qué haces entonces? ¿Las tomas prestadas sin permiso?
Rodé mis ojos ante su actitud descarada.
![](https://img.wattpad.com/cover/316240378-288-k677154.jpg)
ESTÁS LEYENDO
campos de fresas por siempre | ineffable husbands
Fanfictionau adolescente de los inefables, eso. inspirado en strawberry fields forever de los beatles.