Nuestra Historia

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Aclaro:

Cursiva: diálogo

Normal: narración

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*Nuestra Historia*

Hacía tiempo que mi vida se había vuelto algo aburrida y estaba cansada. Mis padres pasaban la mayor parte del tiempo en el trabajo dejándome a cargo de la casa por largos períodos de tiempo y me sentía terriblemente sola. Para colmo, mis dos únicas amigas de verdad se habían ido a vivir a Granada para terminar sus estudios allí, y yo me quedé pensando que aquí estaría mejor, con mi familia. El sitio en el que me he sentido más sola que nunca: mi propia casa.

Ya no sabía qué hacer hasta que el verano acabó y empezaron las clases, segundo de bachiller era un curso bastante exigente y agotador, pero estaba allí y pensaba salir adelante aunque me costara mucho. Cuando empezaron las clases no pude evitar sentirme incómoda ya que mis amigos habían caído en clases diferentes, pero pronto me adapté al ambiente y pude encontrar mi sitio: al lado de los pardillos. La verdad es que yo siempre me he considerado normalita, pero de ahí a estar con los más pardillos de la clase hay una gran diferencia. Además, como eran los únicos que me comprendían no tuve más remedio que unirme a ellos y aceptarlo: yo también era una pardilla y encima solitaria.

En fin, digo que estaba un poco mejor con la llegada del instituto porque hubo un chico que me llamó la atención desde el primer día de clase, y es que todo el tiempo que duraban las clases se limitaba a sentarse detrás del todo y a leer un libro ajeno a las asignaturas del día, a veces también escribía en él, llegué a pensar que estaba un poco tonto, luego me di cuenta de que era repetidor e iba de oyente a las clases. Tres semanas después de las vacaciones, estuve observándole y averigüé que el libro era una novela romántica, según contaban las cotillas de la clase. Me pareció raro porque su apariencia decía claramente: "No os acerquéis a mi, soy peligroso" No solo por su físico, que también imponía, sino por el aire tan amenazador que lanzaba su persona.

He llegado a pensar que es un delincuente juvenil, pero de ser así no estaría aquí. En cualquier caso, estaba más solo que la una, al igual que yo. No supe cuando pero acabé observándolo todos los días para intentar averiguar lo que pensaba. También me planteé entablar una conversación con él, pero mi timidez me superaba. No fue hasta que pasó un mes que las cosas cambiaron radicalmente entre él y yo.

La profesora de biología quería que trabajásemos en grupos de dos para hacer un proyecto en común sobre el cuerpo humano. A mí personalmente me encanta biología, sobre todo el tema que estudia el cuerpo humano y sus sistemas, como llevan a cabo sus tareas y todo lo demás, pero lo que más me gustó fue que mi compañero de trabajo fuera él.

Al principio, oí su nombre y no supe quien era, pero cuando me giré y vi que levantaba la mirada de las páginas de su libro supe que era él. En ese momento me dio un vuelco el corazón, fue cuando noté que tenía algún poder sobre mí. No lo quería admitir, pero algo removía en mi interior. No sabía si era miedo de estar a solas con él haciendo un trabajo o algo diferente… pero algo era y tenía que averiguarlo.

La profesora nos dio la fecha límite de la entrega del trabajo, también los esquemas y una lista detallada de lo que teníamos que hacer entre los dos. Ese mismo día, al finalizar las clases, vi que salía del instituto y fui tras él. Era rápido aun llevando el libro en las manos y su mirada clavada en él, pero intenté seguirle el paso. Al girar en una esquina y parar en un semáforo me dio tiempo a tomar aire y fuerzas para llamarle.