Incluso cuando creemos que no se puede caer más profundo, ahí estamos ..tocando fondo sin querer, al parecer aún es infinito ese hueco que reprime la respiración,todo es tenso y oscuro, la perturbación de no oír nada,quema los tímpanos desde el silencio entero ,dándole paso una vez más a la grieta de un órgano que una vez fue entero.
Cae el alma en las noches de invierno, en las tardes de otoño con los pies puestos en la tierra pero sin descubrir la senda que hay que tomar para vivir.
Cae el alma en las tardes de flor de primavera, fortaleciendo un poco la savia viva que aún queda.
Rie y cree que llegará, pero es solo desde afuera, llega la noche y vuelve al hueco en donde vive, enmascarada por una sonrisa que pocas veces existe. Esa máscara que lastima ante la sociedad cuestionable y exigente,incluso hasta llegar a ser egoísta ,tan solo un descanso nada más , sin una máscara que represente un :estoy bien , siendo eso mentira.
Esa máscara que espera que algún día caerá...
Incluso cuando creemos que no se puede caer más profundo, ahí estamos tocando fondo sin querer...una vez más.
