CAPÍTULO 14 - Inocente

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Mina estaba afuera de la oficina de la señorita Hirai. Deteniéndose más de lo adecuado con los papeles que deseaba que revisara. Se preguntaba cómo sucedería su relación con ella siendo tan segura de sus sentimientos, de solo imaginarlo un leve sonrojo se presentaba en su rostro.

Pero no se podía dar el lujo de divagar más y decidió finalmente tocar la puerta y adentrarse, para encontrarse con la persona equivocada.

ㅡAh Mina-ssi.

ㅡOh ㅡMina vio a la mujer que estaba sentada en el asiento habitual de Momo, e intento que este detalle no le sorprendieraㅡ. Buenos días, presidenta Minatozaki.

ㅡ¿Qué podemos hacer? La directora faltó hoy... al parecer pescó una gripe ㅡdijo al notar que su presencia había decepcionada a la rubia y también la preocupación en su mirada al mencionar a Momoㅡ. Si venía a trabajar, estaría corriendo y haciendo diferentes tareas... realmente estaría ocupada. Todo este bullicio haría que su resfrío empeorara así que le dije que descansara.

ㅡ¿Realmente está tan mal? ㅡpreguntó, pensando en su error al dejarla dormir sin secar su cabello.

ㅡParticularmente grave, no. Pero se sentirá mejor si descansa lo suficiente. Deberías al menos haberle hecho secar el cabello... Desearía que hubieras pensado en eso ㅡdijo al confirmar sus sospechas, Sana era lo suficientemente astuta para saber cómo manejar sus cartas.

ㅡOh, lo siento... ㅡdijo Mina un poco apenada.

Una persona tan inocente. Se burla de sus pensamientos sobre la rubia.

ㅡBueno, no creo que pescara el resfriado debido a eso ㅡmenciona Sana, satisfecha con la respuesta de su empleada.

Y ve en Mina una evidente debilidad, una que no desaprovechará.

ㅡ¿Estás preocupada? ㅡse acerca a Mina, muy cerca de su rostroㅡ. Momo es más débil de lo que parece. Ya no es tan joven y su estilo de vida no es exactamente ejemplar, por eso... Sería agradable si alguien estuviera para cuidarla y estar a su lado… ¿Conoces su situación, cierto?

ㅡAunque así sea, usted también está ahí para ella ㅡMina dice sin alterarse, sabiendo que Sana es cercana a Momo, algo que realmente no le afecta al no saber la verdadera y extraña relación que tienen las dos.

ㅡTengo mis propias cosas que cuidar. No sabes lo agradecida que estoy de que haya alguien como tú cerca de ella...

ㅡPero no hice nada.

ㅡ¿En serio? Momo habla mucho de ti.

La ilusión de Mina se presentó instantáneamente así como su sonrojo. ¿Sería posible que Momo pensara sobre ella de manera romántica? de sólo suponerlo podía acelerar su corazón.

ㅡ¿De mí? ㅡla ilusión rebosaba en sus tímidas indagaciones.

ㅡPor supuesto. Ella siempre habla de la nueva empleada que trabaja muy duro ㅡdice, gustosa de recordarle a Mina su lugar

ㅡAh...

Sana por su parte, le dio unos golpecitos en el hombro, como si le estuviera agradeciendo, aunque no podría estar más feliz del estado derrotado de la otra japonesa.

ㅡRealmente, muchas gracias.

...

En la habitación de Mina descansaba su peluche que en poco se volvió su favorito. El peluche de zorro que le había regalado Momo.

ㅡEntonces conocer sus gustos es algo que tal vez te cueste conseguir pero lo debes hacer, ¿entiendes? ㅡdecía la voz de su amiga Seulgi a través del viejo celular de Minaㅡ. Cierto, también sabes que tienes que hacerte rogar, ¿vale?ㅡ dijo sin esperar una respuestaㅡ. Si eres muy fácil, se cansará de ti. Oh, pero no olvides dar cumplidos. Un montón.

What Does the Fox Say? Adaptación Mimo/SamoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora