Al abrir los ojos pudo sentir un peso menos sobre sus hombros, Como si todas las preocupaciones que tuvo se hubiesen evaporado como por arte de magia.
Todo se veía extrañamente lejano.
Sin embargo, su visión se vio interferida por un resplandor que al adaptarse sus ojos distinguió que venía del cielo parcialmente nublado. Aturdido, como una mano detrás de su Nuca, se sentó y al posar ambas manos a cada lado de su cuerpo sintió húmedo césped bajo sus dedos.
Miró a los lados; solo había bosque por dónde sea que mirara. No le encontraba sentido a nada, no tenia recuerdos de haber llegado allí.
Se miró las piernas antes de moverlas, primero una y después la otra como si en mucho tiempo no las hubiera usado.
Empleando cada extremidad de su cuerpo se ayudó a ponerse de pie, llevaba los pies descalzos por lo que podía sentir el rocío, le hacía cosquillas, se sentía bien.Más allá de la confusión que le embargaba, se sentía extrañamente en paz. Como si de alguna manera supiera que Debía estar en aquél lugar desconocido. Se frotó los ojos con cuidado, una y otra vez pero el picor en ellos no desaparecia.
—no hagas eso, te harás daño —escuchó una voz a su espalda pero no sobresaltó a pesar de no reconocer a quién pertenecía Pero se oía.... tan familiar. Con lentitud se dio la vuelta, aún con Las manos en su rostro—. Cuándo te pique, solo lavate con cuidado o te pondré agua de manzanilla.
Unas manos tomaron las suyas. Suave. Protector. Así era el tacto que le ofrecían; el desconocido le apartó las manos del rostro con cuidado. Lo que le permitió saber de quién se trataba... Quien era el dueño de aquel tono dulce como la miel
Y ese tacto suave como el algodón...Seokjin.
El miedo lo invadió por una fracción de segundo pero después se desvaneció, tan rápido como apareció. No pudo dejar de mirar el rostro de seokjin, no era nada a como lo había visto antes.
Su tono de piel era hermoso, tanto pálido con debil rosa tiñiendo sus mejillas. Sus labios gruesos le sonreian,también poseian el mismo tono rosáceo, sus pequeños ojos mostraban una expresión muy diferente a las que observo hasta ahora;
Inocencia, felicidad, confianza y un hermoso brillo en ellos. Se perdió en esos ojos tan lindos y tan puros.—¿Dónde estamos? —atinó a preguntar sintiendo como la fresca brisa le golpeó
El rostro. Las hojas de los árboles se
Movieron y estos aparecieron emitir la
Más hermosa melodía.Seokjin cambio su expresión por un momento, viendolo con confusión , luego sonrió tomándolo de las manos.
Se acercó lentamente hacia a el, sus rostros estaban a una distancia mínima
Que aceleró el corazón de namjoon
Cuando sus respiraciones se mezclaron.
El aire que entraba a sus pulmones jamás había Sido tan dulce y ligero.—en el único lugar en el que podemos estar juntos — murmuró seokjin. Sus labios se tocaron, un contacto mínimo
Que no se extendió por más de unos pocos minutos.Seokjin apretó el agarre de sus manos,
Miro a los lados y comenzó a correr tirando a namjoon. El nunca se considero un fanático del deporte o cualquier otra actividad del física pero
Ahora sentía que necesitaba correr, lo
Más profundo de su alma se lo pedía.Mientras corrían, reparo la vestimenta que seokjin usaba; pantalones beige un
Tanto holgados hasta la rodilla, una camisa blanca pero manchada con mangas sueltas, le caía por debajo de la
Cadera evidenciando que no era de su talla y encima llevaba un chaleco negro
De piel ceñido al cuerpo.
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𝘌𝘭 𝘈𝘮𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘋𝘦𝘭 𝘋𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰 •𝘯𝘢𝘮𝘫𝘪𝘯 𝘈𝘥𝘢𝘱𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯•
SpiritualKim namjoon resulta perdedor en una apuesta hecha por hoseok , como penitencia debera llevar acabo un ritual 𝘴ugerido por park jimin , el amigo medio extraño del grupo que se ve atraido por lo paranormal. Creyeron 𝘲𝘶𝘦 se trataba de un simple ju...