❝ CONFUSED AFFECTION ❞
don't worry darling, i love you too.
a book, present:
the story of antonella.
━ Antonella jamás se había
enamorado nunca había
conocido a alguien que la
hicie...
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▃▃▃▃
Prepárate para el eclipse, Edward. Las palabras de su hermana se habían repetido varias veces en la mente del Cullen desde que leyó ese mensaje de texto en Brasil. Pero al preguntarle a qué se refería, tan enigmática como siempre, Alice no le dio ninguna respuesta.
Y Edward no tardó en sacar sus propias conclusiones. En primer lugar, pensó que ciertamente se refería a un eclipse natural, a aquel fenómeno en el que un planeta o la misma luna se interponía en el camino de la luz del sol. Pero luego, investigó un poco y se dio cuenta de que no había ninguna noticia sobre un eclipse aproximándose. Por lo que llegó a la segunda conclusión, aunque esta apareció un poco después y no de la forma que él esperaba.
El vampiro miró a Bella dormida en el asiento de su auto, pero nuevamente no sintió nada. Escuchaba el bombeo de su corazón sin despegar su mirada de la autopista, pero se sentía extraño, parecía que no lo llamaba a él como lo hacía anteriormente.
Su paraíso se había vuelto desconocido.
Y eso al vampiro realmente le frustraba.
Cuando vio el letrero de 'Bienvenidos a Forks' una extraña sensación lo invadió. Jamás había estado tan feliz de volver a ese pequeño pueblo.
Vio a los lobos de la manada Quileute moverse con rapidez en el fondo del bosque, al menos se habían enterado ya de su regreso.
Edward condujo hasta la casa de Bella, encontrándose con Charlie, Jacob, varias patrullas y Billy Black.
Todos, en especial Charlie, vieron a Edward y a Bella con cierta molesta a la pareja. Pues ya no era noticia nueva que la hija del jefe de policía recaía en depresión al alejarse del Cullen. Básicamente, sabían que su relación era tóxica y que esta hacía pasar a Charlie cosas no muy agradables.
El Cullen ni siquiera intercambió palabras con Charlie o el resto, vio a los Black una última vez, se despidió de la Swan con un movimiento de cabeza y se fue.
[...]
Mientras que Antonella Lombardi, si algo adoraba ella de Forks era su escuela, le emocionaban las clases y le parecían amenas todas las conversaciones que pudiera entablar con cualquiera, desde un alumno hasta el personal de la cafetería.
Todos conocían a Antonella, a todos les agradaba y no pasó mucho tiempo para que los Cullen fueran olvidados y Antonella Lombardi fuera la nueva chica popular.
