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 Después de que Yoongi le diera la dirección de Minhyuk, Hyungwon salió corriendo de ahí, después se disculparía con Hoseok por dejarlo así como así, pero ahora el adorable pelinegro era su prioridad. Nunca había estado tan decidido antes, como si hubiese estado haciendo todo mal hasta ese momento, y lo único que haría bien sería ir a encontrar a Minhyuk.

Corrió, porque sabía que la dirección escrita en ese papel no estaba tan lejos de donde él se encontraba y si se esforzaba llegaría y todo estará bien. Abrazaría al más pequeño y le diría que no lo soltaría jamás, porque eso era lo que quería hacer.

Y mientras corría pensó en por qué no se había sentido así antes, y en por qué había caído tan profundo en tan poco tiempo por alguien a quien a penas y conocía, se preguntó también si realmente estaba bien lo que estaba haciendo pero eso sólo lo motivo a seguir adelante y correr más fuerte. Lo que estaba haciendo estaba bien, Minhyuk sólo quería que alguien lo salvara y ese alguien podría ser él, claro que podría y lo haría. Lo haría porque Minhyuk era un ángel al que le habían quemado las alas, pero ángel después de todo.

Cuando se halló a unos pasos del lugar, se permitió desacelerar y continuar caminando normalmente, el pecho le ardía y el corazón le latía tan rápido que creía que se le saldría, sus piernas se sentían más pesadas pero no pudo sentirse con más energía pues la sonrisa en su rostro mezclada con el fuerte sonrojo del cansancio y las gotas de sudor, le permitía darse cuenta de que lo único que quería era ver a Minhyuk, incluso si éste no quería que lo hiciera.

Ya estando frente a la puerta de su elegante casa, sintió su valentía abandonando su cuerpo y pronto se sintió un manojo de nervios, aunque eso no le impidió esbozar una grande y feliz sonrisa, ¡estaba a nada de ver a Minhyuk! Tocó el timbre, su cuerpo temblando un poco, casi imperceptible pero totalmente consciente para él, sentía cada pequeña vibración como si realmente estuviera temblando demasiado y se obligó a relajarse, ¿qué era lo peor que podía pasar?, ¿que Minhyuk se rehusara a verlo?, ¿que lo echaran de ahí? Claro, no había un posible escenario lo suficientemente catastrófico como para que Hyungwon sintiera deseos de huir. Él sólo quería hacerle frente a sus deseos y conseguir lo que quería... el amor y la confianza de Minhyuk.

Una mujer le abrió la puerta, llevaba un elegante vestido y su bolso colgado en el antebrazo, parecía que iba a salir y justo el pelirrojo había tenido la idea de ir y tocar, se sintió un poco avergonzado, pero cuando la señora le sonrió todo se volvió más ligero.

—Hola, ¿necesitas algo? —El tono de la señora había sonado tan amable que Hyungwon pudo recobrar un poco de su confianza.

—Uh... vengo a ver a Minhyuk, ¿se encuentra en casa? —Su tono había salido un poco más tímido de lo que había esperado y sus mejillas se tiñeron un poco de rosa, pues la mirada sorprendida que le había dado la señora no paso desapercibida y por una milésima de segundo creyó que quizá se había equivocado o que Yoongi le había dado una dirección falsa, pero cuando la señora sonrió supo que todo estaba bien.

—¿En verdad vienes a visitar a Minhyuk? —Parecía mucho más alegre que nunca antes y eso que era la primera vez que Hyungwon la había visto, y así, sin dejarlo responder, se apresuró a tomarlo de la mano y seguir hablando. —No sabes lo mucho que me alegra que alguien venga a casa a visitar a mi Minhyukie, nunca nadie viene y no va con amigos tampoco, estaba empezando a preocuparme el hecho de que probablemente no tenía amigos. —Volteó a verlo por encima del hombro y sonrió. —Pero tú estás aquí, ¡oh, que gusto en verdad que estés aquí! Pero... que grosera soy, sólo te estoy conduciendo por la casa y no me presenté ni pregunté tu nombre, lo siento. —Se detuvo y posó sus manos en los hombros de Hyungwon y estando de esa forma él se dio cuenta de que eran muy parecidos, Minhyuk realmente se parecía a su madre, hasta en la estatura y eso le hizo sonreír. —Mi nombre es Seungwan, ¿cuál es tu nombre, jovencito?

—Mi nombre es Chae Hyungwon, señora. —Hizo una pequeña reverencia, lo más pronunciada que las pequeñas manos en sus hombros se lo permitieron y luego le regaló una linda sonrisa.

—Muy bien, ahora vamos donde Minhyukie, te dejaré afuera de su habitación porque tengo un compromiso, las sirvientas están a disposición de ambos y regresaré a la hora de la comida para que comamos todos juntos, así que ni se teocurra salir de aquí temprano, ¿entendido? —Levantó su dedo índice derecho mostrándose intimidadora y luego le regaló una sonrisa de ojos volviendo a a guiarlo por entre los pasillos.

La casa tenía sólo un piso pero tenía un largo pasillo en la planta baja que al final conducía a la habitación de Minhyuk, cuando estuvieron ahí la señora se despidió sonriendo muy ampliamente y dejándolo ahí solo, Hyungwon entonces suspiró audiblemente y le dio unos toquesitos a la puerta, causando que dentro le respondieran con un "ahora no, déjenme solo, por favor". Hyungwon sintió que su corazón se quebró un poco al oír eso, pero no dejó que la alegría que sentía se fuera, ni mucho menos que su sonrisa se apagara, por lo que insistió, esta vez tocando con un poco más de fuerza, lo que ocasionó ruidos en el interior y pronto un Minhyuk con el cabello despeinado y en pijama apareció frente a sus ojos y no pudo evitar sentirse emocionado y lanzarse a sus brazos, aún si no era correcto o le incomodaba a Minhyuk, al pelirrojo lo único que le importaba en ese momento era que Minhyuk estaba bien y estaba en sus brazos, y se veía hermoso, eso era lo único en lo que podía pensar.

—Eres hermoso, Minhyukie, eres tan, tan hermoso. —Dijo, antes de separarse sólo lo suficiente para mirar en los ojitos ligeramente cristalizados que tenía enfrente y sin esperar respuesta lo besó. Fue un beso tan casto y puro que Minhyuk no pudo evitar soltar las lágrimas que contuvo, se sentía tan bien que lo repitió hasta que el más pequeño sacó todo la tristeza de su interior.

Cuando Hyungwon dejó de besar a Minhyuk, este tenía sus mejillas tan rojas como un tomate y sus lágrimas habían desaparecido, siendo reemplazadas por una tímida sonrisa que hizo revolver las entrañas del más alto, pues podría jurar que jamás vería algo más hermoso o adorable y se sintió tan bien que incluso olvidó por qué se sentía tan angustiado.

Después de que Minhyuk dejara de sentirse tan tímido por los tiernos besos que había compartido con Hyungwon momentos antes, lo invitó a pasar a su habitación y le contó por qué no había ido a la escuela, diciéndole que en parte había sido porque se sentía triste por haber huido tan cobardemente y en parte al sujeto que era cruel con él en la escuela; le platicó porque su mamá estaba tan feliz de que alguien fuera a visitarlo a su casa; le contó sobre su infancia y la forma en que había crecido; sintiendo como sus barreras se iban cayendo poco a poco, llegando al punto de querer contarle sobre sus inseguridades, pero guardándoselo para después, porque así le haría una promesa silenciosa y no volvería a huir de él, ni de la seguridad que le brindaba, la calidez y sobretodo el amor.

Al final, Minhyuk le dijo que acababa de robarle su primer beso, causando que sus mejillas volvieran a encenderse y que Hyungwon se acercara a él para posar otro suave beso sobre sus labios, ganándose así un lindo puchero de parte de Minhyuk.

Ugly - Hyunghyuk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora