Prologo

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Fue una tarde soleada y cálida, el día perfecto para celebrar un cumpleaños. Varias familias se reunieron para festejar el cumpleaños de una joven pelirroja de ojos color chocolate en la mansión Malfoy. Mientras los padres de los jóvenes charlaban en el salón de la mansión sobre trabajo y Quidditch, las madres se dedicaban a conversar sobre ropa, trabajo y la familia mientras preparaban la comida. Los jóvenes disfrutaban de la tranquilidad en el patio de la mansión, ya sea leyendo, platicando, jugando Quidditch, nadando en la piscina o simplemente tomando el sol. Sin embargo, esa tranquilidad se vio interrumpida por unos gritos que se escucharon a lo lejos.

Algunos de los jóvenes parecían ignorar lo que estaba sucediendo, pero otros, movidos por la curiosidad, se levantaron para ver lo que ocurría. Un grupo de jóvenes salió corriendo de la mansión, perseguidos por una furiosa joven pelirroja.

Un chico castaño decidió llamar la atención de un joven de cabello azabache que lideraba el grupo.

"¡James!" gritó, sobresaltando a su amigo. "¿Qué tienes ahí?", preguntó al ver que James intentaba ocultar algo detrás de su espalda, pero una voz femenina furiosa interrumpió antes de que pudiera responder.

"¡James!" exclamó una pelirroja de ojos azules al ponerse enfrente de él. "¿Qué creen que están haciendo? ¡Eso es mío!", añadió, seguida por otros que se unieron al ver su enojo.

"Tranquilízate, Rosie. Solo queríamos usarlo para mejorar nuestras calificaciones", le dijo el joven de cabello azabache. "Y, bueno, quizás para evitar algunos castigos en Hogwarts", bromeó Fred, uno de sus primos.

"¡James, si querían sacar buenas calificaciones, deberían haber estudiado!" los reprendió Rose. "Y si querían evitar castigos, no deberían haber hecho bromas, Fred".

"Vamos, Rose, deja el estudio para Lysander. Las bromas son parte de nuestra naturaleza", le comentó Frank.

Cerca de allí, una joven rubia estaba leyendo bajo un árbol y, cansada de los gritos de su novio y amigos, quiso intervenir.

"¿Qué está pasando, Canuto?" preguntó la joven al llegar.

"Nada, Lils, solo que Rose no quiere prestarnos su giratiempo", respondió Fred Weasley, también conocido como Canuto.

"¿Y para qué quieren un giratiempo? Devuélvanlo a Weasley. Ni siquiera pueden estar tranquilos en el cumpleaños de Lilu", les reprendió la rubia, visiblemente estresada. "Sus gritos me están dando dolor de cabeza".

"Tú no te entrometas, Malfoy, no es asunto tuyo", le gritó Rose.

"¡Solo intenté ayudar, Weasley!" exclamó frustrada.

"Amor, relájate, no te hará daño", le dijo James Potter a su novia.

"No estoy enferma, James. Puedo defenderme sola", replicó la rubia antes de dar media vuelta y regresar a su lugar. Mientras la joven se alejaba, los gritos volvieron a escucharse.

"¡Dejen eso, no lo lancen!" gritó enojada la pelirroja.

"Atrápalo, Canuto", James Potter lanzó el giratiempo a su primo.

"Colagusano, rápido", le gritó Canuto a su amigo.

"Lunático, atrápalo", pero el joven estaba distraído y el giratiempo se estrelló en el suelo.

"¿Qué han hecho, estúp..." Rose no pudo terminar su frase, ya que una densa neblina blanca cubrió a todos los jóvenes en el patio de la mansión.

Viajando al pasadoWhere stories live. Discover now