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¿Crees en el destino?, yo no creia en el , hasta que lo vi.

Su mirada, supe en ese instante que significaba algo, no creo que sea coincidencia, que yo alce la mirada y el también, lucia tan lindo con su mandil.

—¡Oye!, ¡Han Jisung!, ¿En que piensas?

—¿Umm?

—Te estoy hablando y no me haces caso.

—Lo siento, ¿De que hablabas?

—Te hablaba, de que hay que venir más seguido a este lugar.

—Si, esta muy bueno el café.

—¡Si!, ¡Esta muy bueno!, y no específicamente el café— procede a decir, para después reír con su peculiar risa.

—¿De qué hablas Jinnie?

—No creas que no te vi como mirabas al cajero.

—¿¡Qué!?, ¡No es cierto!, ¿Mirar a quién?

—Aja si, en fin, ya vamos a casa, ¿Quieres que te acompañe?

—No, voy a hacer otras cosas.

La verdad me quería quedar otro rato, pero ahora ya nos encontramos saliendo, discretamente vuelvo a ver al cajero, espero volver a verlo.

—Okay, pero me avisas cuando llegues, porque después me altero por no saber donde andan esas dulces mejillas, ¡Dan ganas de apachurrarlas!

¡Genia!, Ahora toca mis mejillas.

—¡Hyunjin!

Okay, creo que grite muy fuerte.

—¿Qué?, ¿ya no me amas?

Hay no, ahí vienen sus dramas.

—Jinnie, lo siento, ¿Si?, No fue mi intención gritarte.

—Bueno, te perdono, porque eres tan lindo.

—Jajaja, okay.

—Adios ardillita.

—Adios, dramas queen.

Llegué a la estación de autobuses, por suerte al lugar que voy queda cerca, no tardo mucho en llegar al autobús, inmediatamente subí, y me senté al final.

—Que bueno que viene vacío.

El chico que vi hoy en la nueva cafetería, era lindo, muy lindo, estaba tan pendiente de su hermosa cara, que no ví su gafete con su nombre, ¡Han Jisung eres un menso de primera!, seguiría con mi pelea mental si no fuera por que vibro mi teléfono, era Hyunjin, diciendo que ya habia subido a su autobús, soy tan afortunado de tener a hyunjin a mi lado, es mi mejor amigo, si algo le pasara yo me muero junto con el, a veces me siento muy afortunado por tenerlo a mi lado, otra vez el destino haciendo de las suyas, si se preguntando, yo odio el destino.

—¡Mierda mi parada!

Me baje del autobús, para después caminar al centro comercial, estaba buscando algo en específico.

—¡Oh!, Ahí esta.

Fue corriendo lo más rapidito posible, pero alguien lo agarro, ¡Al mismo tiempo que yo!, ¿El objeto era tan importante como para pelearlo? Si, en definitiva.

—Disculpe señora, yo lo agarre primero.

—A ver niñito, en primera no soy señora y en segunda, no pienso pelear por este objeto, agárralo, los adultos deben enseñar a los jóvenes, que hay que saber aceptar las cosas tal y cómo son, no a ponerse a pelear con la excusa de ser mayores.

Destiny coffee - minsung- Cancelada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora