Mr. Caliente y la frígida

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Eran ya las 6 de la tarde y Rosa no había hecho más que su escasa tarea y dormitar, todo ello sin que el efecto del tequila de la noche anterior saliera por completo de su sistema. Por lo que decidió que quizás debería quemar las calorías extra y sudar todo el alcohol fuera de su cuerpo. Con ese objetivo en mente se colocó  un par de legginns, sus zapatillas deportivas y  una de sus camisetas amplias, tomó sus auriculares y salió de su habitación en dirección a las escaleras.

-Rosa- la voz de su madre la detuvo al pie de las escaleras- ¿vas a salir? Porque podemos llevarte, Joseph y yo vamos a visitar uno de sus amigos, quien acaba de llegar a la ciudad.

Amigos... Socios de negocios, concluyó tras observar la vestimenta semi-formal de su madre.

-No, está bien. Solo voy al gimnasio. Trotaré para entrar en calor - hizo una pausa para sonreírle antes de continuar- Que lo pasen muy bien .

Con eso se encaminó hacia el gimnasio del cual poseía una membresía vip  mensual  que su padrastro amablemente había insistido en pagarle luego de que ella ingresara en el cuerpo de animadoras de su instituto.

Si era sincera no lo había hecho por sus intereses particulares, sino por asegurarse de encajar y no ser una marginada. ¿Lo malo de ser una animadora? Es necesario entrenar como una para mantener la flexibilidad, fuerza y estamina; lo que significa ejercitarse diariamente, cuidar su peso, salud en general y además verse presentable en todo momento. Por supuesto también existían algunos privilegios como la posibilidad de obtener una beca universitaria, lo cuál era su plan.  

Le sentaba un poco mal el abusar  de la generosidad del marido de su madre. Ella podía poner de sí y asegurarse de procurarse un buen futuro por sus propios medios:  pero no era tan orgullosa como para rechazar el depa que ya le habían dicho que le iban a pagar allá a donde fuese.

Divisó a Sebastian detás de la barra de recepción del gym y le sonrió mientras se acercaba para chequearse.

- Hola guapa- le dijo el apuesto moreno en español.

-Hola guapo- le respondió ella.

-¿Vienes a quemar las calorías de anoche?- le inquirió con un leve movimiento de cejas

- ¿Cómo sabes que he salido?- ella podía jurar que este hombre estaba siempre al tanto de todo .

-Tengo mis contatos- respondió él meneando las cejas-Yo también estuve ocupado anoche. Además Sarah no es de las que se queda un sábado por la noche en casa

Y donde estaba Sarah casi siempre estaba ella.

-Veo que lo tienes todo friamente calculado- le dijo con sorna

-Sí, aunque pensé que te iba a encontrar en el forajido 

Siendo honesta, ella había estado tentada a dejar que Carol, Anne y Onyka lidiaran con Sarah, sin ella para variar, pero luego se había pensado en lo incómodo que iba a ser su encuentro con Daniel y decidió que era mejor no hechar a perder su humor aún más.

-¿Y cómo estuvo eso?- le dijo mientras tomaba los audífonos inalámbricos de su cuello para encenderlos

- On fire- le sonrió él- Creo que una de las  thread mill está libre- le informó él , sabiendo que ella comenzaba sus rutinas con algo de cardio.

-Yendo. Te veo luego- y con eso se enfocó en quemar las más de 500 calorías extra que ingirió la noche anterior con los shots de tequila.

Hora y media después, mientras terminaba su tercer set en la máquina de aductores, escuchó la inequívoca voz de Trent; uno de los chicos del séquito de Anthony, quien hacía un año había intentado meterse bajo su falda y Rosa casi le había dejado, por suerte  Carol vino a su rescate y le dijo sobre la apuesta que todos los del equipo tenían entre ellos.